El deshabitado segundo piso de un inmueble ubicado en el cruce de las avenidas España y Garcilaso de la Vega ha sido, por muchos años, objeto de diversas historias sobre fantasmas, muerte, terror. ¿De verdad existen situaciones paranormales en la denominada casa Matusita?
Los actuales dueños aseguran que no hay nada que temer, que lo que se dice responde simplemente a leyendas urbanas. “Es una gran mentira, una falsedad total”, aseguró Ladislao Tery Andrade, actual dueño de la casa, que contó que sus abuelos la adquirieron en 1924.
Según indicó a “Cuarto Poder”, su madre y sus abuelos vivieron momentos felices en ese lugar ubicado en el centro de Lima. Incluso él y su esposa Jessica Masías tienen en su casa de Lince antiguos muebles que ocuparon el enigmático inmueble.
A juicio de Tery, las historias surgieron cuando uno de los guardianes de la casa subía a medianoche tropezándose por haber bebido alcohol y portando la cadena de una de las rejas en medio de la oscuridad. “Y los muchachos en la calle decían ‘mira, hay luz, están penando, están los fantasmas’. Tiraban piedras, terminaron rompiendo todas las lunas de todas las ventanas. El hombre salía molesto por la ventana. Y como era una persona muy mayor, decían ‘ahí está el fantasma’”.
Dijo no creer tampoco de que la Embajada de Estados Unidos, que quedaba al frente anteriormente, haya inventado los rumores.
Dentro del inmueble de estilo republicano hecho con adobe y quincha a fines de 1800 se aprecian las deterioradas escaleras y los descuidados espacios del salón principal y la biblioteca.