El fiscal de Crimen Organizado, Lucio Salirrosas, encargado de la investigación del llamado Tony Montana peruano –apodado así por el italiano ‘Zazá’ (ver infografía)– aseguró a El Comercio que aún está reuniendo todos los elementos y evidencias que comprueben que Oropeza formó parte de una organización delictiva dedicada al tráfico ilícito de drogas.
Mientras la fiscalía y la Dirandro apresuran la búsqueda de evidencias, Oropeza está escondido en una vivienda de La Molina. Al comienzo se creyó que había huido a Bolivia con una identidad falsa, pero esa versión no fue confirmada.
“Es un atorrante, un payaso como otros que hay en el puerto. Le llegó la plata fácilmente y lo primero que hizo fue lucirse. El sujeto apodado ‘Caracol’ [Gerson Gálvez] es quien lo habría llevado al negocio del narcotráfico”, sostiene una fuente de la Dirandro.
‘Caracol’, sin embargo, ordenó el ataque a la camioneta de Oropeza, según versiones policiales. Ellos se distanciaron porque el año pasado se frustró un envío de droga a Europa y ‘Caracol’ no asumió el pago por la cancelación, de acuerdo con esta versión.
“En un siguiente envío de droga, Oropeza no le pagó US$5 millones a ‘Caracol’ a raíz del frustrado envío. Gálvez le reclamó, pero Oropeza no soltó el dinero. Fue en ese momento que habría tomado la decisión de mandarlo matar”, aseguró la fuente policial.
Oropeza creció en San Juan de Lurigancho, fue hijo de un dirigente aprista, Américo Oropeza, asesinado en el 2011. A partir de ese momento, se dedicó a la administración de las empresas de limpieza de su padre. Tenía carnet aprista y su abogado fue Miguel Facundo Chinguel, el ex presidente de la Comisión de Gracias Presidenciales durante el segundo gobierno aprista.
Desde hace siete meses, vivía en la casa que le fue incautada a José Enrique Crousillat y que está valorizada en US$5 millones. Podía llegar a despilfarrar hasta US$10 mil en un fin de semana.
Videos de las cámaras de vigilancia del aeropuerto Jorge Chávez muestran a Oropeza cuando salió junto a su grupo de amigos hacia Cancún , México, a donde ha viajado dos veces. Hasta el momento, la Fiscalía de Lavado de Activos no ha concluido las investigaciones sobre su desbalance patrimonial.
Una de las conversaciones encontradas en su celular evidenciaría sus nexos con el narcotráfico. Se trata de un diálogo con ‘Zazá’, el presunto traficante de droga en Italia.
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