Gerald Oropeza podría salir en libertad el próximo miércoles. Ese día se vence el plazo que debía estar preso (36 meses), de manera preventiva, en el penal de Challapalca, en Tacna. La fiscalía tuvo tres años para investigarlo por el presunto delito de tráfico ilícito de drogas, sin embargo, recién el miércoles culminó su indagación y lo acusó, ante el Poder Judicial, de ser el “cabecilla” de una red de narcotraficantes que coordinaba envíos de clorhidrato de cocaína al extranjero burlando los controles del puerto del Callao. Lo que vendría después de la acusación formal es el inicio del juicio oral y la condena.
El fiscal Lucio Sal y Rosas, a cargo de la investigación, ha pedido que Oropeza sea sentenciado a una pena de 28 años de prisión por el delito de tráfico ilícito de drogas en la modalidad de conspiración agravada. El rol que cumplía, según la hipótesis de la fiscalía, era el de “encabezar la parte operativa de la organización, acopiar y comprar la droga, analizar su calidad, coordinar con los inversionistas la llegada de los cargamentos de cocaína a Europa y estar al tanto del ingreso de la droga a los terminales portuarios del Callao”.
Las principales pruebas con que cuenta el fiscal son las conversaciones, vía Whatsapp, que Oropeza sostuvo con el narcotraficante italiano Salvatore Zazo, ‘Zazá’, con quien habría coordinado un envío de cargamento de droga, así como otras comunicaciones de los miembros de la organización.
Además de Oropeza, ocho personas más han sido acusadas por el fiscal de “conspirar” para enviar droga al extranjero.
En una de esas conversaciones, Oropeza y Brian Camps (uno de los que formaría parte de su organización) habrían coordinado el traslado de 100 mil euros, de Europa hacia Perú, como pago por el envío de un cargamento de cocaína. La mayoría de la droga, según la policía, provenía de del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). “De esta conversación se corrobora que Brian Camps retornó al Perú el 31 de marzo del 2015 trayendo 100 mil euros y fue esperado en el aeropuerto por Angelo Renzo Brisolessi”, quien lo iba a custodiar. La fiscalía también sindica a Brisolessi de contactar a los estibadores de los terminales portuarios del Callao para que camuflen la droga al interior de los contenedores. Fuentes de la fiscalía indicaron que aunque en ninguna de las comunicaciones se mencionan las palabras “droga” o “cocaína”, hay elementos de convicción para establecer que se tratan de diálogos haciendo referencias a transacciones por pases de cocaína.
- ¿Afrontará el juicio en libertad? -
El fiscal Lucio Sal y Rosas solicitará al Poder Judicial el impedimento de salida del país para Oropeza una vez que recupere su libertad. Sin embargo, hay una opción para que este sujeto siga en la cárcel mientras se inicia el juicio en su contra por tráfico de drogas. Y es que a él también se le procesa por el delito de lavado de activos, investigación a cargo de la fiscal Rosa Villar.
Casi contra el reloj, la magistrada pidió el lunes al Poder Judicial que dicte prisión preventiva contra el acusado por ese delito. De aprobarse su solicitud, Oropeza estará más tiempo encarcelado. La hipótesis que se maneja es que el dinero que obtenía del tráfico de drogas lo lavaba en su empresa Sergero S.A.C. dedicada al rubro de la limpieza. Se espera que en las próximas horas, el Poder Judicial ordene el mandato de prisión caso contrario Oropeza saldría libre.