La plaza San Martín no es la misma. El centenario edificio Giacoletti, que se incendió hace cuatro días, es ahora –en plena esquina del jirón Quilca con la avenida Nicolás de Piérola– un monumento a la decadencia.
El Centro Histórico de Lima tiene varios de estos símbolos. A escasos 100 metros del Giacoletti, en el Jirón de la Unión, hay otro edificio republicano de cuatro pisos que se prendió en el 2016 y hasta hoy sigue cerrado. Del 2012 a la fecha, al menos 15 incendios dañaron casonas y edificios históricos del damero.
Ayer, el gerente de Defensa Civil de la Municipalidad de Lima, Mario Casaretto, dijo a la prensa que el edificio Giacoletti, declarado de alto riesgo, debe ser restaurado y reconstruido por sus dueños.
Pero para Alberto Martorell, de Icomos Perú (entidad que asesora a la Unesco en temas de patrimonio cultural), el Estado podría ayudar en la recuperación de este predio privado de valor histórico. “No es cierto que no se puedan invertir fondos públicos para recuperar una casona”, aseguró Martorell.
En el 2016 y el 2017, la Ley General de Presupuesto asignó S/70 millones para que el Ministerio de Cultura (MC) invierta –entre otras acciones– en la restauración de predios privados declarados Patrimonio Cultural de la Nación.
Fuentes consultadas por El Comercio contaron que estos recursos no se invirtieron en casonas por vacíos técnicos.
Según Luis Felipe Villacorta, viceministro de Patrimonio Cultural, del MC, su entidad "no puede invertir en predios privados aunque pareciera que la ley lo autoriza". Precisó que esa autorización se quitó de la Ley General del Presupuesto 2018 porque es "inútil".
"No podemos intervenir en predios privados porque hay muchos entrampamientos. Estos predios están tugurizados, tienen más de un propietario y muchos tienen condición de ruinas", explicó el viceministro.
—Dueños sin incentivos—
Del universo de predios virreinales y republicanos, el 70% tiene dueños privados, el 20% pertenece a la Iglesia Católica y el 10% al Estado, según el ex viceministro de Patrimonio Cultural, del Ministerio de Cultura, Juan Pablo de la Puente. “Pero casi todos los incentivos legales y tributarios para promover inversiones no aplican para predios privados”, aseguró.
De la Puente puso como ejemplo que ni las donaciones culturales ni el régimen de obras por impuesto son aplicables para que una empresa invierta en la restauración del edificio Giacoletti a cambio de beneficios tributarios.
“Ambos mecanismos solo permiten invertir en bienes de propiedad del Estado o de organismos sin fines de lucro”, señaló De la Puente.
La opción que queda es la expropiación del predio. Según la Ley del Patrimonio Cultural, esto se puede hacer cuando el monumento está en peligro y el dueño no puede recuperarlo. Sin embargo, este es un camino más engorroso.
“Lo ideal es que el dueño invierta su dinero en su predio, que es monumento histórico. Y para eso, el sistema debe cambiar, de modo que se le dé más facilidades para invertir en este”, explicó De la Puente.
Altura para la Cultura es un programa piloto del MC. Este permite que los dueños de casonas y edificios históricos vendan los aires de sus predios (donde no pueden construir por ser zona patrimonial) a inmobiliarias que necesitan ampliar la altura de sus proyectos en otras zonas de la ciudad.
El dinero por la compra de los aires de la casona se deben usar en su recuperación. Este piloto se está aplicando en Trujillo, Arequipa y Maynas (Loreto).
Para el viceministro Villacorta, el inicio de una nueva gestión en la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) es una oportunidad para que este programa se aplique en la zona patrimonial.
No fue posible hablar con Luis Martín Bogdanovich, gerente de Prolima, entidad de la MML a cargo de conservar el Centro Histórico.
El decano del Colegio de Arquitectos del Perú, Arturo Yep, contó que para resolver esta falta de recursos en Quito, cuyo Centro Histórico también fue declarado Patrimonio Cultural por la Unesco, se creó una empresa municipal que accede a préstamos, consigue financiamiento, vende acciones y hasta se puede asociar con los propietarios de los inmuebles para facilitarles la inversión en predios patrimoniales que se caen a pedazos.
De alto riesgo
- La Municipalidad de Lima calificó de alto riesgo el edificio Giacoletti, que se incendió la madrugada del último 27 de octubre.
- El inmueble que data de 1912 fue edificado antes de la construcción de la plaza San Martín. Hoy los muros del segundo y tercer piso tienen riesgo de colapso. El techo se desplomó.
- Con este informe de Defensa Civil, se espera que entre hoy y mañana se proceda a la clausura definitiva del inmueble, donde funcionaban dos pollerías y dos hostales. Aún se investiga cómo se inició el fuego.
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