El edificio Giacoletti, construido en 1912, que acabó en ruinas tras un devastador incendio la madrugada del sábado, permanece cercado. Ayer, varias personas tomaron fotografías del inmueble en escombros ubicado entre el jirón Quilca y la cuadra ocho de la avenida Nicolás de Piérola.
El edificio, conocido como El Giacoletti, fue construido mucho antes que la plaza San Martín y está al costado del teatro Colón, que viene siendo remodelado. En la primera planta del inmueble funcionaban las pollerías Norky’s y Rocky’s. El fuego empezó en esta última. Según un mozo de dicho local, el incendio empezó en la chimenea.
De acuerdo con la Municipalidad de Lima, son cuatro los inmuebles afectados por el incendio del sábado, entre los que están los hostales El Libertador y San Martín, colindantes con las pollerías.
Asimismo, según un informe técnico realizado por la Gerencia de Defensa Civil de la Municipalidad de Lima, los cuatro inmuebles dañados por el incendio “presentan un nivel de riesgo alto y comprometen la seguridad de las personas que hacen uso de los mismos”.
La comuna informó que ante los peligros se clausurarán estos locales “hasta que se garantice la seguridad de las personas y los propietarios inicien el proceso de reconstrucción”.
—Piden regulación—
Ante lo sucedido en el Centro Histórico de Lima, Nancy Barrenechea –presidenta de la Comisión de Inspectores Técnicos de Seguridad en Edificaciones del Colegio de Ingenieros del Perú– sostuvo que se debería prohibir el funcionamiento de restaurantes en casonas antiguas por el constante uso de fuego, que es un peligro latente para las estructuras que, en su mayoría, son de quincha y adobe.
PRECISIONES
* El Colegio de Ingenieros del Perú recomendó a los municipios realizar visitas inopinadas a los restaurantes para inspeccionarlos y evitar siniestros .
* El Ministerio de Cultura realiza un inventario sobre los daños ocasionados en el edificio incendiado.
“Las chimeneas de pollerías o de locales que venden carnes a la parrilla deben ser limpiadas una vez a la semana o cada 15 días, pero no se hace con esa regularidad. No olvidemos que en las chimeneas se concentran grasas y humo. Son fácilmente inflamables”, indicó.
El decano del Colegio de Arquitectos del Perú, Arturo Yep, resaltó que no todos los locales del rubro de cocina, ubicados en casonas, deben dejar de funcionar, pero sí las pollerías. “Hay que distinguir diversos tipos de usos de cocina. Están las cafeterías, los restaurantes vegetarianos y los que ofrecen otros platos que no hacen uso de un fuego intenso como las pollerías”, detalló.
Mario Casaretto, gerente de Defensa Civil y Gestión del Riesgo de Desastres de la Municipalidad de Lima, indicó que está en contra de prohibir los restaurantes en casonas. “En muchas ciudades de otros países hay restaurantes en casonas, ¿por qué Lima sería la excepción?”, señaló. Además, recalcó que la labor de mantener limpias las chimeneas de las pollerías es de los dueños de esos establecimientos.
Casaretto sostuvo que hace 20 días se realizó una serie de charlas de prevención, capacitación y el noveno simulacro de incendio, en la plaza San Martín.
“En esa ocasión contamos con la participación de los comerciantes de la zona, restaurantes, oficinas y centros comerciales. Se les capacitó a los empleados en el manejo de extintores”, precisó.