El jueves 14 de setiembre será recordado como el día en que se registraron once sismos en Lima, todos con epicentro en la localidad de Matucana, al este de la capital. Esto nos recuerda la importancia de tener en casa una mochila de emergencia, sobre todo porque vivimos en un país con alta actividad sísmica.
¿Qué productos y alimentos debemos incluir en nuestra mochila de emergencia? En diálogo con El Comercio, el licenciado Iván Gómez Sánchez, representante del Colegio de Nutricionistas de Lima - Callao, afirmó que no deben faltar botellas de agua y alimentos con gran valor protéico, energético y con grasas saludables, con el fin de poder cubrir nuestras necesidades básicas durante los dos primeros días luego de ocurrido un desastre.
Agua: la mochila de emergencia debe incluir al menos un litro de agua por persona. "Lo ideal sería litro y medio o dos litros por cada integrante de la familia, pero por el peso y comodidad con un litro es suficiente", indicó el nutricionista.
Comida enlatada: es esencial para cubrir el requerimiento de proteínas. El especialista recomienda pescado, frejoles y pollo enlatado. Así como leche de caja o en lata. Esto no reemplaza al agua sino que cumple la función de proteínas. Al menos dos latas por persona.
Galletas: estos productos funcionan como fuente energética. Para poder sobrevivir a la emergencia se necesitará carbohidratos y azúcares para tener energía. Gómez recomienda galletas de agua en paquetes grandes, y también barras de cereales y granolas.
Frutos secos o/y chocolate: para cumplir con los macronutrientes esenciales, se necesita grasas saludables. Están en los frutos secos como maní, castañas, pecanas, almendras, etc. Se debe almacenar la cantidad de dos puños cerrados de estos alimentos por persona. Un chocolate con un porcentaje de cacao mayor a 30 también sería de utilidad.
Todos estos alimentos deben estar listos para ser ingeridos. "Recuerden que durante los dos primeros días de emergencia es normal que no haya fuego para cocinar", sentencia el nutricionista.
Gómez aconseja almacenar los frutos secos o galletas en bolsas tipo ziploc para poder ser guardados después de su consumo durante los días de emergencia. Además, los alimentos que se incluyan en la mochila de emergencia deben ser cambiados cada seis meses y siempre verificar las fechas de vencimiento.