“¡Iniciamos obra!”, indican los carteles que acompañan la empinada subida al Morro Solar desde la avenida Malecón Grau. En la cima, una malla raschel verde impide el acceso al Monumento al soldado desconocido –una obra con la que se conmemora la Guerra del Pacífico– y un amplio sector contiguo, mientras continúa el trabajo con maquinaria pesada.
En el lugar, la Municipalidad de Chorrillos ha empezado la construcción de una plaza cívica para celebrar el bicentenario de la independencia del Perú y levantará “el asta de bandera más grande del país y de América”, tal como ya había informado El Comercio.
La obra tendría una extensión de casi 7 mil metros cuadrados e incluirá, entre otras cosas, una pileta y postes de iluminación LED.
El objetivo –conoció este Diario– es la recuperación y puesta en valor de ese espacio público, puesto que la gestión del alcalde Augusto Miyashiro Ushikubo (Renovación Popular) considera que el Morro Solar actualmente está aislado y con escasa vigilancia.
–Una ciudad, dos miradas–
Este mes, el Colegio de Arquitectos del Perú (Regional Lima), la Asociación de Estudios de Arquitectura del Perú y la Facultad de Arquitectura de de la Universidad Católica emitieron una declaración en la que cuestionan la construcción de la plaza cívica en el morro.
“Tal como está propuesto [el proyecto], está equivocado tanto en su concepción como en su diseño, yendo en contra de su vocación de espacio pública”, señala el documento, pese a que destaca la intención de la Municipalidad Chorrillos de “querer mejorar los espacios públicos” del distrito.
Al respecto, el arquitecto urbanista Gary Leggett, subdirector del Centro de Investigación de la Arquitectura y la Ciudad (CIAC), lamentó el enfoque de la intervención.
“A menos de dos meses del bicentenario se pretende llenar de concreto uno de los pocos espacios naturales que nos queda en la ciudad. Perdemos así la oportunidad de mejorarlo con un proyecto ajustado a las condiciones del terreno y el territorio”, aseveró.
Leggett consideró también que una obra en un espacio tan emblemático e importante para la ciudad con el Morro Solar debería contar con un estudio de impacto ambiental, un concurso público para el diseño de la plaza y la consulta a asociaciones civiles que trabajan en la zona, tales como Alto Perú y Todos por el Morro (TXM).
El Comercio intentó contactar a la Municipalidad de Chorrillos para conocer detalles del proyecto, pero se negaron a participar en este reportaje. Este Diario también confirmó que ni Alto Perú ni TXM fueron consultados sobre la plaza cívica.
“No se nos ha pedido opinión ni aportes. Nos parece que no se necesita hacer una plaza [en el morro], no sabemos cómo será. También nos parece que hay varias necesidades que ya están identificadas y sería bueno que las cosas se hagan considerando a los usuarios del lugar”, expresó Matías Ballón, director ejecutivo de Alto Perú.
La posición de Todos por el Morro es similar. “Es un error costoso para nuestra ciudad que se trate un espacio natural de alto valor cultural y natural como si fuera un terreno vacío que necesita una plaza (más) para salvarse del abandono y contribuir con el bienestar en nuestra ciudad. El Morro Solar ya es el monumento más grande de nuestra ciudad”, indicó Guillermo Carrillo, voluntario de ese grupo.
–Un espacio vivo–
El Morro Solar, un terreno intangible y Patrimonio Cultural de la Nación desde 1986, no fue solo escenario de la Batalla de San Juan y Chorrillos el 13 de enero de 1881. También atesora un legado prehispánico, puesto que en sus faldas se encuentra el complejo arqueológico Armatambo, y geológico.
Hoy, no obstante, su fin es sobre todo recreativo y deportivo. A este acuden –sobre todo los fines de semana– cientos de ciclistas, corredores y peatones en busca de alejarse del caos de la ciudad sin salir de ella. Las visitas se han multiplicado desde la llegada del COVID–19.
“Un monumento gigante no va a hacer más importante a este sitio. Los pocos espacios de escape y desahogo que quedan en Lima se pierden cuando se construye todo alrededor. […] Empezar a mirar el Morro Solar es buenísimo, pero se tiene que pensar en este como un proyecto global”, comentó Fernando Puente Arnao, arquitecto urbanista que ha colaborado en proyectos con TXM y Alto Perú.
Paola Moschella Miloslavich, doctora en geografía y experta en planificación urbana, destaca que el Morro Solar permite apreciar el paisaje de Lima y entender su contexto. “Este es un hito que nos permite una vista para comprender dónde está emplazada la ciudad”, comentó.
“En vez de una plaza cívica, tendría más sentido un parque con paseos que integren los elementos que el Morro Solar ya tiene, que se faciliten el acceso. Pero no la visión tradicional de un parque con césped que tenemos, que no es lo óptimo en una zona desértica”, explicó.
La experta recalca que Lima está emplazada en un desierto, por lo que “debemos poner en valor la vegetación y el paisaje del desierto”. “Tenemos que aprender a valorar nuestro desierto y este podría ser un espacio para valorar cómo en el desierto podemos tener también una belleza paisajística”, apuntó.