Incertidumbre por acceso de taxistas al nuevo aeropuerto: ¿Cuáles unidades podrán ingresar y hasta dónde?

El nuevo aeropuerto Jorge Chávez ya inició de operaciones. Durante la marcha blanca y la jornada de inauguración hubo una constante, la mayoría de pasajeros accedió al terminal y salió del mismo a bordo de taxis. Fue en estos traslados que quedó en evidencia un cierto desconocimiento por parte de los conductores sobre las nuevas rutas y disposiciones.

Según han comentado algunos familiares de los pasajeros en redes sociales, luego de dejarlos en la rampa del tercer nivel del terminal, más de un taxista les propuso esperarlos ahí mismo y recogerlos, algo que no está permitido en este nuevo aeropuerto. De la misma manera, está prohibido recoger a otras personas en este nivel.

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Además, otros taxistas, con el afán de no salir a la calle sin pasajeros, indicaron que buscarían un lugar dentro del aeropuerto para esperar a quienes arribaran al país. También señalaron que darían vueltas al recinto hasta poder captar nuevos pasajeros. Ambas acciones tampoco son permitidas.

Todo este desconocimiento de las nuevas disposiciones haría suponer que de no tomar las autoridades las previsiones del caso, podría originarse todo un circuito informal e ilegal de taxistas que intenten sacarle la vuelta a la norma y hacer de las suyas dentro del mismo aeropuerto, similar a lo que ocurría en el antiguo Jorge Chávez y que fue revelado por El Comercio en marzo del 2024.

Es decir, permanecer en lugares no autorizados, circular por vías internas hasta recoger algún pasajero, hacerle “guerra” a los taxis que sí estarán autorizados de permanecer dentro en un lugar habilitado y/o producir congestión vehicular y demoras en el embarque y desembarque de los usuarios.

Por otro lado, cabe mencionar que los pasajeros también reportaron que al momento de querer abordar taxis de la calle muchos de los conductores se negaron a entrar al nuevo aeropuerto, precisamente por el desconocimiento que tienen sobre las rutas de ingreso, las rutas internas y la posibilidad de que los multen por alguna conducta inapropiada.

Días atrás, Lima Airport Partners (LAP), empresa concesionaria del nuevo Jorge Chávez, aclaró que los taxis de todos los servicios disponibles podrán ingresar al nuevo aeropuerto aérea siempre y cuando cumplan con la documentación exigida.

“En relación con las recientes inquietudes expresadas por los taxistas, manifestamos que todos los taxis, sin excepción, podrán ingresar al nuevo aeropuerto, cumpliendo con la documentación exigidas por las autoridades”, precisó.

LAP detalló que esta aclaración del acceso incluye también a los taxis por aplicativo, previo cumplimiento de la documentación requerida por las autoridades y la normativa aplicable de Ositrán.

En este contexto, la empresa indicó que su prioridad es garantizar un “servicio eficiente y seguro” a los usuarios y comunicó que seguirá “trabajando para armonizar la normativa, la inclusión y la calidad del servicio”.

Los taxis formales ingresarán y saldrán exclusivamente por los puentes modulares habilitados en la renovada avenida Morales Duárez.

Se han dispuesto tres zonas específicas para la operación de los taxis dentro del nuevo aeropuerto:

a) Nivel 3 – Zona de desembarque con acceso directo al terminal: En esta opción, los taxis podrán llegar a través de una rampa elevada directamente al nuevo terminal aéreo. Una vez estacionados, tendrán una tolerancia de permanencia de 10 minutos, tiempo suficiente para dejar a los pasajeros y descargar equipaje.

En caso de exceder este límite, se aplicará una tarifa (multa) establecida por el concesionario del aeropuerto. Esta zona es solo para dejar pasajeros.

b) Vía libre – Zona de recojo y descenso rápido: Esta vía contará con casillas debidamente señalizadas para permitir tanto dejar como recoger pasajeros. No se permitirá la permanencia prolongada de vehículos, a fin de asegurar una circulación fluida.

Los pasajeros que arriben al aeropuerto por esta vía deberán cruzar el bulevar para acceder al nivel 3 e ingresar al nuevo terminal. Quienes salgan del terminal y hayan coordinado un servicio de recojo, podrán hacerlo en esta misma zona. Esta medida busca evitar la captación informal de pasajeros y garantizar un orden adecuado.

c) Nivel 1 – Solo para unidades autorizadas: Este nivel estará destinado exclusivamente a vehículos de transporte previamente autorizados por LAP. Funcionará como una zona controlada para llegadas, con el objetivo de asegurar el orden, la seguridad y un servicio eficiente.

En marzo del 2024, un informe de El Comercio reveló la existencia de una red de taxis que opera en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, entre las puertas de salida automáticas de los desembarques nacional e internacional y el estacionamiento, gremios que tienen dentro de sus filas a individuos con antecedentes delictivos.

Se estimó la existencia de 33 asociaciones o empresas que agruparían a unos 800 taxistas operando en el aeropuerto Jorge Chávez en diferentes turnos del día. De ellas, 14 asociaciones tienen a choferes con denuncias policiales, procesos en la fiscalía e ingresos a algún penal. Estos gremios se camuflaban bajo el disfraz de empresas anónimas, lo que les otorgaba una apariencia de legitimidad.

Del total de taxistas aeroportuarios, 201 presentaron denuncias policiales: robo, violación, homicidio, tráfico de drogas, secuestro, inducción de fuga de menores, atropellos con abandono de la víctima, conducción en ebriedad, fabricación de explosivos y otros materiales peligrosos. En resumen, 1 de cada 4 taxistas contaba con denuncias. En tanto, 143 taxistas denunciados tenían procesos en la fiscalía por los mismos delitos.

Por si fuera poco, los propios gerentes o representantes legales de estas asociaciones también tenían un grave prontuario: delitos de estafa, violencia familiar, robo agravado, tráfico ilícito de drogas, secuestro, homicidio y violación.

Respecto al reclutamiento de los choferes, estas asociaciones no lo hacían de forma gratuita. Les cobraban ciertos montos por supuestos “derechos” a pertenecer al gremio, es decir, un cobro de cupo disfrazado de formalidad.

Además, a fin de ingresar sin pagar al aeropuerto y permanecer largas horas por la vía rápida (que ofrece solo unos minutos para permanecer a recoger pasajeros), esta mafia aeroportuaria había detectado el plan perfecto: intercambiaba o ‘ruleteaba’ tickets con otros choferes.