Diez días después de la muerte de dos jóvenes trabajadores del McDonald’s de Pueblo Libre, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) concluyó que la empresa cometió seis infracciones muy graves en materia de seguridad y salud en el trabajo, las cuales provocaron el fallecimiento de Carlos Gabriel Edgardo Campos Zapata y Alexandra Antonella Porras Inga.
►Caso McDonald’s: muerte de trabajadores pudo evitarse con S/1.000
►McDonald’s y la precariedad de los trabajos ‘part time’ para jóvenes
El informe final, terminado el 24 de diciembre, señala que, debido a dichas infracciones, el equipo inspectivo de Sunafil propone aplicar a la empresa Operaciones Arcos Dorados de Perú S.A., que opera la franquicia de McDdonald’s en el país, una multa ascendente a S/845.670.
Las infracciones son las siguientes:
1. La empresa no realizó evaluaciones de riesgo y controles periódicos de las condiciones de trabajo del personal a su cargo.
2. No cumplió con brindar información y capacitación a sus trabajadores en materia de seguridad y salud en el trabajo, tampoco les advirtió los riesgos que implicaban sus puestos de trabajo.
3. El reglamento interno de SST no contenía los estándares de seguridad para la limpieza de las áreas.
4. La empresa no acreditó la entrega ni supervisó el uso de los Equipos de Protección Personal (EPP).
5. Tampoco brindó las condiciones de seguridad en el lugar de trabajo ni en las instalaciones ni en la maquinaria y/o equipos que empleaban, específicamente en la máquina dispensadora de bebidas gaseosas.
6. No realizó la supervisión efectiva de las condiciones de SST. La empresa ya conocía de los desperfectos en la máquina dispensadora de bebidas gaseosas, sin embargo, no tomó acción al respecto.
Adicionalmente, la empresa no cumplió con comunicar, dentro del plazo legal, la muerte de Carlos Gabriel y Alexandra Antonella al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, lo cual constituye infracción grave.
A través de un comunicado, la Sunafil informa que el acta de infracción y la propuesta de sanción fueron debidamente notificadas a los involucrados. Además, agradeció la colaboración de la PNP y la fiscalía para el desarrollo de las investigaciones.
El domingo 15 de diciembre, antes de que terminara su turno a las 7 de la mañana, una descarga eléctrica alcanzó a Carlos Gabriel Edgardo Campos Zapata y Alexandra Antonella Porras Inga cuando baldeaban la cocina. Los cuerpos fueron encontrados sin implementos de seguridad y los deudos denunciaron que los jóvenes eran explotados laboralmente en el local de comida rápida.
Los peritajes realizados por la Dirección de Criminalística de la Policía Nacional confirmaron que las víctimas que no tenían ni siquiera guantes de S/8 ni botas aislantes de energía eléctrica de S/25 para mitigar los riesgos ante una descarga eléctrica como la que sufrieron.
El último fin de semana, El Comercio publicó un informe donde especialistas en seguridad en el trabajo comprobaban cómo Gabriel y Alexandra se habrían salvado de morir, si McDonald’s hubiese invertido como mínimo, S/1.000 en mejorar su sistema eléctrico y en comprar guantes y botas.
“Si el restaurante hubiera tenido interruptor o llave diferenciada, aunque la máquina haya liberado energía más de lo debido y el piso haya estado mojado no les habría pasado nada porque justamente ese sistema es para proteger a las personas cuando hacen contacto con una máquina energizada”, explicó Álex Montesinos a este Diario.