Esta mañana, gremios de colectivos tomaron varios puntos de la Panamericana Norte y Sur en marco del paro que acatan para exigir que el servicio que brindan sea formalizado. Empresas de transporte público, los corredores complementarios y pasajeros denuncian que son víctimas de agresiones por parte de los manifestantes.
Se estima que hay más de 30 colectivos que compiten de forma desleal con servicios formales de transporte público. Esta es la crónica de la situación registrada hace pocos meses en Lima
[Nota original: 24/06/2019]
El frío limeño acompaña a una larga fila de 30 personas, cada una de ellas a la espera de un bus del corredor rojo, en el paradero ubicado frente a la Universidad de Lima, en la Av. Javier Prado, La Molina.
Son las 7:30 a.m. y un bus finalmente se estaciona en el lugar. Apenas se abre la puerta, el vehículo es abordado raudamente por pasajeros ansiosos de llegar a sus centros laborales o de estudios. De pronto, cuando se prepara a partir, una minivan se estaciona delante de este, obstruyéndole el paso y captando pasajeros.
En un recorrido por la zona, El Comercio constató que esta situación se repite en otros paraderos del corredor rojo (Javier Prado - La Marina - Faucett). Los puntos más críticos están ubicados en las avenidas Aviación, Evitamiento, Rivera Navarrete, Universitaria y en Plaza San Miguel.
En diálogo con este Diario, el presidente de Pro Transporte, Fernando Perera, estimó que más de 30 mil vehículos que ofrecen servicio de colectivo operan en todos los corredores. Los buses del corredor rojo y azul (este último opera en la vía Arequipa - Garcilaso de la Vega - Tacna) son los más perjudicados por esta situación.
Perera explicó que los colectivos tienen puntos de concentración específicos y que sus conductores coordinan entre sí por WhatsApp para cambiar de rutas y evitar zonas donde se desarrollan operativos de la Municipalidad de Lima o de la Policía Nacional. La circulación de estos vehículos está prohibida por el Reglamento Nacional de Transporte.
"Nosotros tenemos estimado que más de 30 mil vehículos colectivos están en los corredores complementarios. Esto hace que la demanda del sistema decaiga en un 30% a 35%. Estos colectivos tienen puntos de concentración y además poseen un sistema de información por WhatsApp, por el cual alertan a sus afiliados sobre las zonas donde hay operativos. Así estos pueden modificar su recorrido. Es por eso que ahora nuestros operativos son itinerantes, estamos media hora en un sitio y luego nos pasamos a otro, y así sucesivamente", indicó Perera.
El funcionario señaló que a pesar de que Pro Transporte viene realizando tres o cuatro operativos diarios en distintos puntos de los corredores, existe "un desborde de este sistema informal y salvaje porque son vehículos que han entrado al mercado ilegalmente".
Agregó que todos estos vehículos (autos, minivan y camionetas turísticas) que ofrecen servicio de colectivo están completamente prohibidos por las ordenanzas municipales y el Reglamento Nacional de Transporte. "Ninguno de los modelos de vehículo colectivo tiene autorización", resaltó.
-Competencia desleal-
Fernando Perera explicó que la proliferación de colectivos genera una competencia desleal entre este servicio de transporte y los corredores complementarios. "Estos vehículos van delante de cada autobús robándole pasajeros. Entre 5 y 7 se detienen en cada paradero, no permitiendo que el bus avance. A medida que se llena un colectivo llega otro, el cual se para muchas veces en medio de la pista, afectando el tránsito", comentó.
Otro tema preocupante es que los vehículos colectivos no cuentan con ningún tipo de seguro. Es decir, la atención de las personas que abordan este tipo de transporte y sufren un accidente corre a cuenta de ellas mismas. "En el caso de los buses de los corredores, todos ellos, además del SOAT, tienen un seguro obligatorio. Por muchos tipos de vista es un servicio inconveniente y dañino para la ciudad", aseguró el presidente de Pro Transporte.
-Retiro de placa-
Entre las acciones emprendidas para erradicar a los colectivos, Pro Transporte, conjuntamente con la Gerencia de Transporte Urbano (GTU), viene ejecutando operativos a fin de sancionar con multas o internamientos en el depósito a aquellos vehículos que no cuenten con permiso de ambas entidades y estén prestando servicio de transporte urbano en los corredores.
Asimismo, el 12 de junio pasado, se inició el retiro de placas a los colectivos que están prestando el servicio de transporte de manera informal o no autorizado. "Hemos internado más de 6 mil vehículos en lo que va del año y ahora estamos sancionando con el retiro de las placas a estos colectivos", precisó Perera.
-Sanciones de la GTU-
Por su parte, la GTU de la Municipalidad de Lima precisó que sanciona con una multa de S/16.800 (4 UIT) a las unidades que presten este servicio informal, según la ordenanza N° 1599. En el caso de ser reincidentes, se les impondrá una multa de 8 UIT, además de ser llevados al depósito municipal.
En comunicación con este Diario, la GTU indicó que en el caso de los taxis autorizados que realizan el servicio de colectivo, la multa es del 20% de 1 UIT, mientras que para que los taxis que no cuentan con autorización y realizan colectivo la multa es del 50% de 1 UIT.
De enero a junio de este año, los inspectores de esta gerencia han impuesto 3.076 actas de control a vehículos que hacen servicio informal de transporte público de pasajeros.
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