El equipo encabezado por Tony Stark / Iron–Man (Robert Downey Jr.) en “Avengers: Endgame”, dispuesto a sacrificarse con tal de parar a Thanos
El equipo encabezado por Tony Stark / Iron–Man (Robert Downey Jr.) en “Avengers: Endgame”, dispuesto a sacrificarse con tal de parar a Thanos

Existe una legión de fans para los que los superhéroes son más que un entretenimiento. Para ellos, a partir de esos seres poderosos (incluidos los de los "" y sus antagonistas) es posible meditar sobre la vida, la muerte, la razón, la locura, la creación o Dios.

Y están los detractores. Las críticas son variadas. Se acusa a los superhéroes de agravar la infantilización en Hollywood. El cineasta Alejandro González Iñárritu dijo que este género es un genocidio cultural. James Cameron, el director de "Terminator", afirmó que "La Mujer Maravilla" es más de lo mismo y encasilla a su heroína como un objeto sexual (en cambio, en varios filmes de Cameron se siente una angustia genuina).



Se intuye que los detractores son la minoría. Una mayoría abrumadora la pasa bien con estos seres de habilidades colosales. Cuando comenzó la preventa online de entradas de "Avengers: Endgame" –que se estrenará este jueves–, fue tal el furor que las páginas de web de más de una cadena de cine colapsaron o presentaron fallas. Intentamos descifrar algunas claves del fenómeno.

—Fe en el escapismo—
El guionista Eduardo Adrianzén no se considera un fan de los superhéroes. Tal desapasionamiento le da una distancia prudente para esbozar algunas hipótesis sobre esa fascinación global. Él afirma: "Impunemente puedes creer en ellos porque es una fantasía, un juego. Es bonito, divertido, pasan cosas. Y son lo más parecidos a las personas, pero mejores. Es parte de un mundo en el que escasean modelos reales a seguir. Los mayores aún no lo entendemos [este fenómeno] muy bien, o en todo caso lo estamos empezando a entender. Creo que está tomando el lugar de las mitologías religiosas o épicas del pasado, cuando se creía en héroes o dioses. Ahora de frente se cree en una fantasía […]. ¿En qué creen los chicos ahora si ya se dieron cuenta de que lo que han visto desde que nacieron es mentira, que muchos discursos son falsos".

Es probable que las generaciones de las décadas anteriores se hayan entregado al escapismo de otra manera. Adrianzén comenta: "Antes se creía en ideales, personas, tipos de sociedades, etc. La fantasía siempre sirve para refugiarse".

"Avengers", además, ostenta unos ganchos que seducen al instante a su público: un ‘crossover’ apabullante (una lista larga de personajes de Marvel se juntan), efectos especiales que no dan tregua, un enemigo tan intimidante como Thanos que es necesario un equipo de superhéroes para enfrentarlo, un elenco con múltiples estrellas (Robert Downey Jr., Scarlett Johansson, Chris Evans, entre otros), o una campaña de márketing a la altura de este hito económico planetario.

Más allá de los matices que "Avengers" pueda exhibir, subyace una cuestión central recurrente: el pulseo eterno entre fuerzas antagónicas. Entonces se le formula a Giancarlo Cappello, docente de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima, esta pregunta: ¿por qué las cintas de superhéroes fascinan a pesar de que, en el fondo, se cuenta la misma historia: la lucha entre el bien y el mal?

El editor del libro "Ficciones cercanas. Televisión, narración y espíritu de los tiempos" (Fondo Editorial de la U. de Lima) responde: "Porque es la pulsión fundamental del mundo que ha construido la humanidad. Si la vida es lo más preciado, la no vida es lo más atroz. Y todo lo que pueda listarse en la línea de lo que representa y alienta la vida siempre estará en contraposición con aquello que la amenace. Todas las demás pulsiones son derivaciones de ese par en tensión: amor/odio, luz/oscuridad, lo conocido/lo desconocido, creyente/impío, lo normal/lo anormal, el ser de bien/el monstruo... En lo más íntimo del ser humano está esa célula fundamental a partir de la cual se construye y a la vez construye a los otros. Más allá del entretenimiento y los efectos especiales, las historias son metáforas de la vida; permiten confrontarnos y reconocer lo que somos, lo que podríamos ser, aquello en lo que nos hemos convertido y aquello que ya no seremos más. De ahí la empatía y las emociones que podemos desarrollar con los personajes y sus acciones. Y si siguen funcionando después de tantísimo tiempo, es porque como humanidad seguimos siendo los mismos de cuando todo empezó, no hemos encontrado ni forjado otra relación que no sea la tensión alrededor de esos dos elementos fundamentales. Nuestros temores y nuestros sueños no han cambiado. Son lo que somos".

Finalizamos con las palabras de un fan. Cuando se iba a estrenar "Avengers: Infinity War" (2018), pedimos la opinión de Phillip Chu Joy, bloguero de tecnología y diseñador de videojuegos. Su mirada sigue vigente: "Lo que antes era considerado un pasatiempo para los nerds se ha convertido en la franquicia cinematográfica más lucrativa de la historia. Nunca antes una serie de películas había reunido a tantos actores importantes y dado un nuevo rumbo a sus carreras. El Universo Cinematográfico de Marvel no solo ha recaudado más de US$15 mil millones, sino que redefinió el estándar de lo que uno podía esperar de los ‘blockbusters’ de acción […]. Y es que no importa si eres fan o no de los cómics. A la hora de ver la convergencia de los personajes creados por Stan Lee, es imposible no quedarte maravillado ante los niveles de producción y varias de las secuencias más espectaculares en la historia del cine".

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