El periodista y escritor Raúl Tola volverá a conducir el conversatorio de este 5 de junio. (Foto: El Comercio)
El periodista y escritor Raúl Tola volverá a conducir el conversatorio de este 5 de junio. (Foto: El Comercio)
Redacción Luces

La pandemia global del ha causado estragos en sociedades de todo el mundo y uno de los sectores más afectados a sido el cultural, que se ha visto forzado a paralizar parcialmente sus actividades. Es por eso que la Cátedra Vargas Llosa y El Comercio están presentando un ciclo de charlas - - en el que diversas figuras prominentes del extenso campo cultural nos compartirán sus perspectivas y experiencias.

La segunda cita, que tuvo lugar este 5 de junio a las 11:00 a.m. tuvo como tema central la literatura y las pestes, explorando la historia de cómo las industrias creativas han tratado a las enfermedades y epidemias a lo largo de su historia.

Para el diálogo el periodista Raúl Tola, conductor de la charla, estuvo acompañado del literato (Perú), la catedrática Eva Valero (España), profesora de la Universidad de Alicante y especialista en literatura latinoamericana, y el ensayista y antropólogo Carlos Granés (Colombia).

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SER HOMBRE ES ESTAR ENFERMO

El conversatorio comenzó con Raúl Tola citando “La montaña mágica” de Thomas Mann: “La enfermedad es perfectamente humana, pues ser hombre es sinónimo de estar enfermo” y con la pregunta de por qué la literatura y el arte han reflejado de manera tan compulsiva a lo largo de la historia este terror que acabará con nosotros".

La catedrática Eva Valera remarcó la gran cantidad de literatura sobre plagas y enfermedades que hay a lo largo de nuestra historia.

“Esa importancia de esa enfermedad que al fin y al cabo es lo que más nos asusta o nos amenaza”, afirma.

Mientras tanto Carlos Granés resaltó la capacidad de las enfermedades de infectar no solo nuestros cuerpos, sino también nuestra imaginación, al buscar mecanismos para comprenderlos y dominarlos, como la ciencia y el propio arte.

Tenemos el arte y literatura para lanzar otra mirada a la realidad que nos permita comprender lo que en otro caso solo sería caos y muerte”, afirmó.

Santiago Roncagliolo, en cambio, remarcó cómo nuestra visión sobre las plagas ha cambiado con en los últimos años.

“Antes del desarrollo de la medicina de eso la peste era una maldición, algo que te mandaba Dios. Ahora sabemos que la peste te la contagian los demás, y eso es horrible, inquietante y ha cambiado la naturaleza de las historias”, afirmó.

Para el autor, muestra de esta transformación es ello es la literatura de los zombies “que antes salían de las tumbas. Hoy los zombies son infectados, te contagian.

Roncagliolo también mencionó cómo la literatura trata no solo a los infectados, sino también a aquellos que son inmunes, mencionando el libro de Richard Matheson "Soy leyenda" (1954), sobre el sobreviviente de una plaga que ha convertido al resto del mundo en vampiros.

“Es la historia de alguien buscando a un ser humano en un mundo en que todos son vampiros. Y al final el revés es que el que no está infectado es el que está ‘enfermo’”, reflexionó.

Valera mencionó otra obra que trata un tema similar como lo fue “Ensayos sobre la ceguera” de José Saramago, en la que la esposa del doctor nunca cae víctima de la plaga de la ceguera blanca que destruye la sociedad, pero que al inicio simula haber perdido la vista.

EL DECAMERÓN Y LA LECTURA COMO REFUGIO

La charla luego giró en torno a cómo la literatura no solo ha sido una manera de explorar las pandemias, sino también un refugio de la misma, con muchas personas pasando la cuarentena con libros como la única compañía.

Eva Valera complementó la idea señalando que este es un uso histórico, ya que el "Decamerón" de Giovanni Boccaccio está enmarcado bajo de la narrativa de 10 jóvenes que se han refugiado en una villa a las afueras de Florencia para escapar la peste bubónica y cuentan historias cada noche para entretenerse.

En las obras de la edad media la diferencia es que no hay solidaridad, que lo que hay ahora”, remarcó.

Carlos Granés compartió que si bien ha estado usando este tiempo para leer, también lo ha utilizado para avanzar sus proyectos, pero admitió que el contexto actual hace muy difícil enfocarse en temas históricos. “Uno es víctima, si no del virus, de las fantasías que incuba el virus”, reflexionó. “¿Qué va a pasar con mis amigos, con la economía?”

Roncagliolo en cambio señaló a la ficción como el único escape cuando uno está encerrado. “Las historias han sido fundamentales para no marchitarme dentro de un cuarto”, afirmó. A pesar de esto, acotó que ha estado leyendo muchos ensayos. “Creo que necesitaba leer realidad porque la realidad ha desaparecido.”

El escritor también señaló cómo al inicio de la pandemia se supuso que este periodo de cuarentena serviría para una mayor reflexión y un cambio social, pero lo que él ha visto es que, gracias al miedo y el aislamiento, la gente se ha afianzado aún más en sus propias ideas y posiciones.

EL DÍA DESPUÉS DE MAÑANA

Sobre cambios sociales a raíz de la crisis, los tres intelectuales se mostraron se mostraron escépticos, aunque Valera mostró optimismo para las generaciones más jóvenes como la de sus hijos, mientras que Granés esperó que esta crisis sirva para los gobiernos latinoamericanos como lección para muchas de sus falencias.

Como última pregunta, Raúl Tola especuló que se avecina "una avalancha" de novelas sobre la pandemia, a lo que Roncagliolo sostuvo que "no querría leer sobre la crisis por años".

“Va a estar mencionado constantemente, pero no se si una novela sobre la pandemia sea posible hasta que sepamos que llegará después”, consideró.


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