A inicios de los noventa, Carlos Vela, actual presidente de la Asociación Kodály del Perú, recibió una llamada de su colega Genaro Chumpitazi, quien por entonces era profesor de Música del colegio Santa Margarita. "Tengo un alumno que quiere mejorar sus habilidades", dijo Chumpitazi. "Quiere prepararse para ingresar al conservatorio y creo que lo podrías ayudar. Se llama Juan Diego Flórez", añadió.
Por entonces, aquel recién egresado del colegio no había tenido suerte en sus intentos para estudiar música. "A través de ejercicios como las sílabas rítmicas y el do móvil, empezó a mejorar su comprensión de los matices y las formas del lenguaje musical", recuerda el profesor Vela, haciendo hincapié en que los ejercicios que abrieron las puertas de la música a quien luego sería uno de los más grandes tenores del mundo pertenecen al método Kodály, recientemente considerado por la Unesco como una buena práctica de salvaguarda del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad 2016. Por cierto, dos años después de iniciar sus clases, Juan Diego Flórez empezó a estudiar en el conservatorio.
SENTIR Y COMPRENDER
Nacido en Hungría a finales del siglo XIX, Zoltan Kodály es considerado un revolucionario, al punto que en el filme "Encuentros cercanos del tercer tipo" (1977), el director Steven Spielberg utilizó su método para lograr que humanos y extraterrestres se comuniquen. Después de haberse nutrido de la Escuela Nueva, corriente que buscaba entonces renovar la pedagogía, Kodály definió su método. "El niño necesita experiencias musicales, lo académico viene después", solía decir.
El aporte de Kodály se basó en su interés por el folclor y las tradiciones orales. Para Cecilia Jorquera, experta en métodos de educación musical, Kodály tenía la convicción de que los cánticos tradicionales definían la lengua materna musical de los niños. Esa postura, según la Unesco, es ideal para conocer, valorar e interpretar la música popular.
Sin embargo, en líneas generales, el Perú ha sido ajeno a este sistema, a pesar de que, como señala el director de orquesta Wilfredo Tarazona, se trata de un método muy cercano a nuestra tradición musical, basada en la pentafonía. "Desde hace poco el curso de Música ha vuelto ser obligatorio en los colegios, lo que significa una oportunidad para debatir qué metodologías son las mejores para el país", añade el director musical de Orquestando, elenco del Ministerio de Educación.
Así, el legado de Zoltan Kodály ha trascendido el tiempo y las fronteras. Prueba de ello es MUS-E, programa que la Fundación Yehudi Menuhin dedica a la inclusión educativa y social del arte, un objetivo que el maestro húngaro expresó durante su vida: la música debe ser parte de la educación y esta debe ser accesible a todos.