Marcela Saavedra P.

Con la puesta en escena de 50 bandas de rock distribuidas en cuatro escenarios en el recinto de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Vivo x El Rock 6 cerró el año con su jugada más arriesgada: ser el festival musical más grande del Perú.

¿Movió las fichas correctas para una apuesta tan elevada? Para empezar, la convocatoria fue efectiva, lo que demostró, una vez más, que este tipo de espectáculos sí tienen cabida en la escena limeña. Desde tempranas horas de la mañana, el público ingresó al espacio destinado al concierto, que desde luego, contó con los servicios necesarios tanto de seguridad, atención médica y servicios higiénicos así como una extensa provisión de alimentos y bebidas.

Sin embargo, al avanzar la tarde y con los acordes de las bandas de mayor calibre retumbando con mayor fuerza, fue evidente que asegurar el acceso ordenado de los asistentes se escapaba de las manos de la organización del Vivo X El Rock

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Cientos de personas se aglomeraron a las afueras de la universidad desorientados al inicio y furiosos después: las indicaciones para el ingreso eran contradictorias. El personal de seguridad tuvo respuestas esquivas. Al consultar al staff sobre este incidente, solo precisaron que la tardanza del público era la gran responsable de las largas colas a las afueras del concierto.

Ya adentro, la prolongada espera valió la pena: las tres zonas definidas como fusión (campo alterno), extremo (explanada) y monster (estadio) agrupaban a los seguidores de las bandas que en cada uno de los escenarios tocaba. Aunque, el libre desplazamiento entre escenarios -pues las bandas tocaban en simultáneo- no fue fácil para todos. Ello, por la limitante de infraestructura. 

HOOBASTANK ENTRA EN ESCENA
Un intenso Doug Robb salió dispuesto a dar toda su energía en el que fue el primer concierto de Hoobastank en Perú. Canciones de sus discos "Hoobastank" y "The Reason" como "Out of control", "Crawling in the Dark" y "The Reason" -el hit más exitoso de la agrupación- fueron coreadas por los miles de asistentes.

El cariño del público hacia Hoobastank se manifestó cuando sus seguidores le lanzaron una camiseta de la selección peruana. Rápidamente, el vocalista de la banda estadounidense se la colocó y agradeció el gesto a los asistentes. "Muchas gracias a todos aquí por crear un recuerdo maravilloso", dijo emocionado. Al cierre de su presentación, Hoobastank no perdió tiempo en tomarse un 'selfie'. 

LA POTENCIA DE MAGO DE OZ
La posta fue rápidamente tomada por los españoles Mago de Oz. Los delicados sonidos del violín y la flauta se deslizaban armoniosamente entre la fiereza de las guitarras, la batería y la potente voz de Zeta, el vocalista de la banda. 

"A los que nos conocen, gracias por estar hoy; gracias por venir. A los que no nos conozcan, vamos a presentarnos. Somos gente que, de primeras, quiere a todas las chicas, [...] de corazón, y los tíos que no nos conozcan también les queremos", expresó el líder de la agrupación.

 

Un vídeo publicado por Marcela Saavedra (@feene26) el

"Abracadabra", "Molinos de viento", "El que quiera entender que entienda" y "Hasta que el cuerpo aguante", fueron algunos de los éxitos con los que la banda se llevó al bolsillo a los asistentes. Fue tal la respuesta, que la banda agradeció al público mediante su cuenta de Twitter.

EL DESAMOR BRUTAL DE PXNDX
A dos días de anunciar su separación tras quince años de trayectoria musical, los mexicanos Panda (también conocidos como PXNDX) se presentaron ante sus fans con la misma intensidad que caracteriza todos sus conciertos. 

"Promesas, decepciones" y "Cita en el quirófano" emocionaron a los fans, que no dejaron de cantar las canciones y gritar el nombre de la banda. En "Narcisista por excelencia", José Madero se animó a tocar el piano para marcar el inicio de la canción.

"Con disculpa los malos pensamientos" y un fondo rojo sangre en las pantallas del escenario, la agrupación se despidió del concierte o sin antes agradecer al público

LA EUFORIA DE SUM41

La rebeldía y fuerza del pop punk de los canadienses Sum41 remeció el ambiente desde la primera nota que la agrupación dejó escuchar en su presentación con "Motivation". Un contestario Deryck Whibley no perdió ninguna oportunidad para elevar los ánimos y la respuesta del público, que se animó a poguear al ritmo de sus canciones.

Y es que desde el inicio, la banda demostró que sabía cómo ganarse a su audiencia. Whibley tomó el micrófono no solo para cantar sino para invitar a tres jóvenes a que se suban al estrado junto a ellos, lo cual fue ampliamente aplaudido por el público. 

 

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Así, los casi 20 años de carrera musical se hicieron sentir sin tregua en la hora que la banda tenía para conquistar al público Las infaltables "We Are The Blame", "Over My Head" y "Still Waiting" fueron bailadas y coreadas por la audiencia. Ni la melódica "Pieces" perdió ritmo en la dinámica propuesta musical de la noche. Es más, Sum41 tomó la histórica "We Will Rock You" para transformarla en el himno que los asistentes cantaron a viva voz.

LA EXPERIENCIA DE RATA BLANCA
La cuota de desenfreno que Sum41 instaló menguó para ceder ante la potente voz de Adrián Barilari, vocalista de Rata Blanca. "Los chicos quieren rock" y "Mujer amante", entre otras canciones, fueron seguidas por todo el auditorio.

A esta legendaria banda argentina siguieron otras de igual calibre, como las mexicanas El Tri y Molotov, que supieron como recomentar el cansancio de los asistentes. Collective Soul, Enanitos Verdes e Illya Kuryaki -al mismo tiempo que la mítica Sepultura- cerraron la sexta edición de Vivo X El Rock, festival que, pese a los problemas de organización que la aquejaron en su propuesta más ambiciosa, demostró que Lima es una plaza sedienta de eventos masivos de rock.

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