"Guerra", un combate aéreo para abrir el Festival Temporada Alta

Suenan los tambores de "Guerra", el espectáculo de circo contemporáneo del coreógrafo francés Samuel Mathieu, que marca el debut de la tercera edición del Festival Temporada Alta en el Gran Teatro Nacional. Aquí no hay disparos ni bandos en pugna: la propuesta se inspira en un guion que el notable pintor francés Yves Klein dejó inconcluso, titulado "La guerra (de la línea y el color)".

Aquí, el conflicto tiene que ver entre el color y el trazo, o lo afectivo y lo racional. En su montaje, Mathieu y sus bailarines proponen en escena un combate poético, en el que los artistas realizan trazos de color con el impulso de sus cuerpos en vuelo. Con ello, invitan al espectador a pensar en la paz y la dificultad para alcanzarla. "El espectáculo propone, acercándose lo más posible al guion de Yves Klein, una aproximación filosófica y concreta a esta problemática. Presenta al mismo tiempo tanto tensiones en suspensión como un combate individual. Acróbatas aéreos y danzantes se encuentran, se oponen, se ponen de acuerdo y se escuchan, renovando y perfeccionando los procesos de paz, teniendo como escenario de fondo un conflicto metafórico entre línea y color", señala Mathieu en diálogo exclusivo con El Comercio.

En tiempos en los que resulta cada vez más difícil definir el género circense, para este reconocido coreógrafo francés se trata de un arte que suma lo escénico y lo poético. "Hoy el circo está abierto a nuevas formas de representación, siempre respetando sus códigos. Por medio de sus diferentes prácticas, permite combinar sus propias disciplinas y encontrar otras formas más allá de la pista", señala. "Creo que el circo se define por la pluralidad de los circos que engendra".

Siendo coreógrafo, Mathieu hace interactuar diferentes enfoques, como si fuera la paleta de un pintor, para abordar el movimiento y la dramaturgia. "Estoy convencido de la porosidad entre la danza y el universo circense, convencido de que se favorecen mutuamente. Sin embargo, permanezco cerca de la danza para intentar alcanzar una forma coreográfica", dice.

Por supuesto, es el riesgo en escena uno de los motores del circo. Para el coreógrafo, el riesgo evoca un lugar de la interpretación ubicado entre el equilibrio y el desequilibrio, el cual también se puede encontrar en la danza. "Creo que el circo de hoy busca otra manera de abordar el riesgo, nutriéndose de la danza y del teatro y, así como de los principios y prácticas que les son propios", afirma.

UNA GUERRA EN ESCENA
​Para el director de este espectáculo estrenado en octubre del año pasado en el Festival Circa Auch de Francia, la respuesta sobre cómo alcanzar la paz es, ciertamente, complicada: "Para la convivencia hace falta mucha vigilancia, deseo, bondad. La paz no se compra, se trabaja, se construye; es frágil, viva, tal como una puesta en escena", explica.

La paz es un estado de equilibrio, pero no se confunda esto con una postura estática. "Es una búsqueda constante de eje, realiza micromovimientos incesantes, adaptaciones, ajustes, finas percepciones, puntos de tensión y puntos de distensión, entre hacer y dejar hacer, tomar y dejarse tomar. La paz es la renovación constante de la movilidad, de la confianza en la transformación, del otro como sí mismo. A veces es un frágil consenso, a veces una perfecta armonía. Se mueve en el mundo y hace que el mundo se mueva", señala Mathieu.

Por ello, no es gratuito que el espectáculo se construya a partir de "La guerra (de la línea y el color)", el guion que Klein bosquejó en 1954, diez años después del fin de la Segunda Guerra Mundial. "Encarnó para el artista el deseo de una paz duradera, el compromiso de un equilibrio de fuerzas. Creo que el pretexto de un combate entre línea y color en la historia del arte permite expresar a Klein en su sinopsis de guion dos cosas: mostrar el miedo de regresar al caos y explicar, a través de la evolución del arte, la dificultad de los hombres de vivir juntos", añade el responsable de abrir el Festival Temporada Alta.

​Más información

"Guerra", de la Compañía Samuel Mathieu.  
Lugar: Gran Teatro Nacional. Av. Javier Prado Este 2225, San Borja.
Temporada: 8 y 10 de febrero. 8 p.m.