Dos meses después de iniciada la ofensiva militar rusa sobre Ucrania, la agencia de la ONU para refugiados (ACNUR) estima que el 11% de la población ucraniana ha tenido que abandonar su país. Es decir; unos 5,3 millones de ucranianos han pasado a estar en situación de refugiados.
La ONU teme, además, que para fin de año la cifra bordee los 8 millones.
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El acelerado agravamiento de esta crisis humanitaria no solo ha puesto al borde de sus capacidades a las naciones cercanas sino que también ha mostrado un fenómeno migratorio hacia las principales potencias occidentales. Evidentemente, entre ellas se cuenta a Estados Unidos.
Durante las últimas semanas se reportó, por ejemplo, un inusual flujo migratorio de ucranianos que intentaban acceder a Estados Unidos a través de la frontera con México. Cientos de ellos habían volado hasta Cancún o Ciudad de México para luego trasladarse a la ciudad de Tijuana y solicitar asilo por el conocido paso de San Ysidro.
“Están procesando como 100, 150 o incluso 200 por día y se tarda casi tres horas en procesarlos”, explicaba Enrique Lucero, director de asuntos migratorios de la ciudad, a la cadena CNN a inicios de mes. Según Lucero, al menos 1.500 ucranianos habían llegado a Tijuana en busca de entrar a Estados Unidos.
El panorama, sin embargo, volvió a cambiar desde este lunes 25, cuando las solicitudes de los europeos comenzaron a ser rechazadas. La razón estriba en la nueva política adoptada por Estados Unidos para abordar la crisis ucraniana y con la que, según el gobierno de Joe Biden, planea brindar refugio a unas 100 mil personas.
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LA INICIATIVA U4U
Anunciado en marzo pero detallado recién el jueves 21 de abril, la Casa Blanca presentó el plan denominado Unidos por Ucrania (apodado U4U por sus siglas en inglés) a cargo del Departamento de Seguridad Nacional.
Es importante recalcar que a diferencia de los programas de refugio tradicionales en Estados Unidos, los mismos que recaen bajo el control del Programa de Admisión de Refugiados administrado por el Departamento de Estado, el U4U utilizará la figura de “libertad condicional humanitaria” para quienes accedan a él.
Esto quiere decir que los ucranianos que ingresen bajo esa modalidad podrían no contar con todos los beneficios a los que acceden los refugiados, tales como derecho a solicitar la ciudadanía, permisos de trabajo (en algunos casos) o seguros médicos.
Según la web habilitada por el Departamento de Seguridad Nacional, U4U ofrece la oportunidad para que los ucranianos que han huido de su país y sus familias puedan permanecer por hasta dos años en Estados Unidos.
Pero para poder acceder a este plan, el solicitante debe tener un garante dentro de Estados Unidos.
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APOYADOS EN LA CIUDADANÍA
Básicamente la figura es la siguiente: un ciudadano estadounidense aplica como garante ante el Departamento de Seguridad Nacional y sustenta que podrán encargarse económicamente del refugiado -o grupo de refugiados- que especifique.
Para ello, debe rellenar la solicitud I-134. Cabe resaltar que solo los ciudadanos estadounidenses que viven en territorio estadounidense están habilitados para postular como garantes.
El gobierno federal investigará a los aplicantes para evitar situaciones de explotación y abuso que puedan perjudicar a los refugiados, especifica la web del Departamento de Seguridad Nacional.
Una vez aprobada la solicitud de esta suerte de padrinazgo, el gobierno otorgará un permiso especial para los solicitantes de refugio. Según el portal gubernamental hay ciertos requisitos para que un ucraniano pueda ser beneficiado con el plan U4U.
Debieron residir en Ucrania antes de la invasión rusa, debieron ser desplazados a causa de la ofensiva militar, deben ser ciudadanos ucranianos y poseer pasaportes válidos, especificar quién será su garante (sustentado por el formulario I-134), la pauta de vacunación completa contra sarampión, poliomielitis y COVID-19; y pasar por los controles biométricos y de seguridad requeridos por las autoridades, detalla la página.
Una vez autorizados, los beneficiarios contarán con una ventana de 90 días para viajar a territorio estadounidense. El portal gubernamental especifica que los solicitantes “serán responsables de organizar y financiar su viaje”, además de que deberán someterse a los requerimientos ordenados por los CDC, en referencia a las pruebas de descarte COVID-19.
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CANADÁ EN LA MISMA RUTA
Pero esta estrategia de participación ciudadana con la que la Administración Biden espera ayudar hasta a 100 mil ucranianos que buscan refugio no es la única de este tipo.
El Gobierno de Canadá, por ejemplo, ha anunciado que lanzará un programa destinado a que sus ciudadanos y empresas financien los viajes de los ucranianos que deseen llegar al país norteamericano.
La iniciativa llamada Ukraine2Canada fue anunciada por el ministro de Migración, Refugiados y Ciudadanía, Sean Fraser, quien detalló que este fondo de viajes será llevado adelante en alianza con Miles4Migrants, la Fundación Shapiro y Air Canada.
Las donaciones ciudadanas no solo serán con dinero, sino mediante el sistema de acumulación de millas de viaje. De esta forma el gobierno canadiense planea financiar el viaje de 10 mil ucranianos y sus familias.
Los detalles y requerimientos para quienes puedan acceder a estos programas serán anunciados en las próximas semanas, según el Gobierno.
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