El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, estuvo hospitalizado durante varios días sin avisar al presidente Joe Biden ni a los principales funcionarios del Pentágono y del Consejo de Seguridad Nacional. La revelación, que se conoció el viernes, ha generado controversia en el país y empujó a la Casa Blanca a anunciar que revisará el protocolo de información sobre la salud de altos funcionarios.
El sábado, el propio Austin, de 70 años, confirmó en un comunicado que estuvo sometido a “un procedimiento médico” y asumió la responsabilidad por no haber comunicado la situación al público de forma más transparente.
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”Estoy muy contento de estar mejorando y espero regresar pronto al Pentágono”, dijo Austin, sin detallar su estado de salud ni el procedimiento al que fue sometido.
Con el paso de los días se han ido conociendo más detalles de la salud de Austin y la Casa Blanca ha dejado en claro que este todavía goza de la confianza del presidente Biden.
Recién este martes el Pentágono informó que Lloyd Austin padece de cáncer de próstata.
Esto es lo que se sabe:
Operación y hospitalización
En la tarde del viernes, el Departamento de Defensa publicó un escueto comunicado donde informaba de la hospitalización de Austin. Como remarca la agencia EFE, cuando se dio la noticia la mayoría de las instituciones de Washington ya estaban cerrando.
En esa breve nota de prensa solo se contaba que Austin estaba en el hospital, que se “recuperaba bien” y que retornaría “íntegramente” a sus funciones ese mismo viernes.
Luego el Pentágono ofreció más detalles. Informó que el 22 de diciembre del 2023 Austin fue sometido a un procedimiento médico opcional y que regresó a su casa al día siguiente. No reveló la naturaleza de la dolencia.
Pero en la noche del 1 de enero, Austin tuvo que ser hospitalizado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, a las afueras de Washington, por complicaciones derivadas de un “procedimiento médico opcional”, agregó el Pentágono en referencia a la operación de diciembre.
Austin “comenzó a sentir un dolor intenso” y fue trasladado en ambulancia al Walter Reed.
La nueva información se dio a conocer luego de que miembros de los partidos republicano y demócrata en el Congreso expresaron sus profundas preocupaciones sobre el secreto de la estadía de Austin en el hospital, y por el hecho de que el presidente y otros altos funcionarios no fueran informados del tema.
El Pentágono también confirmó que Austin fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital “debido a sus necesidades médicas, pero luego permaneció en ese lugar en parte por consideraciones de espacio y privacidad”.
De acuerdo con CNN, a algunos funcionarios del Pentágono se les dijo el martes 2 de enero que el secretario de Estado estaría de licencia durante una semana. Muchos asumieron que estaba trabajando desde casa o simplemente tomando unas vacaciones.
“Había órdenes estrictas de no contactarlo y dejarlo descansar”, dijo un alto funcionario a CNN.
El martes, el Pentágono afirmó que el “cáncer de próstata le fue detectado en una fase temprana y su pronóstico es excelente”, pero que luego Austin debió reingresar a cuidados intensivos para tratar “complicaciones” como náuseas y agudos dolores abdominales, de cadera y en la pierna.
¿Cuándo se informó al presidente sobre la hospitalización de Austin?
El Consejo de Seguridad Nacional y la subsecretaria de Defensa Kathleen Hicks, número dos en el sector, fueron notificados recién el jueves 4 de enero de que Austin había estado hospitalizado desde el lunes 1 de enero.
¿Por qué demoro tanto la notificación? El Pentágono dijo que la jefa de gabinete de Austin, Kelly Magsamen, estaba enferma y “no podía hacer nada”. La funcionaria recién pudo hacer las notificaciones el 4 de enero. Ese jueves comunicó la situación a Hicks y al asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
El mismo jueves, Sullivan le informó a Biden sobre la hospitalización de Austin, según tres personas con conocimiento del tema que hablaron con la agencia The Associated Press bajo condición de anonimato.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo el domingo que no tenía conocimiento de que Austin hubiera sido hospitalizado.
En su comunicado del sábado por la noche, Austin asumió la responsabilidad por los retrasos en la notificación.
¿Quién reemplazó a Austin?
La subsecretaria de Defensa Kathleen Hicks estaba en Puerto Rico de vacaciones cuando Austin fue hospitalizado. A ella le correspondía reemplazarlo.
El martes 2 de enero ella comenzó a despachar. Tenía un equipo de comunicaciones para permanecer en contacto con Washington y realizar las tareas que son de responsabilidad de Austin, informó AP.
El Pentágono no dijo si el martes Hicks recibió una explicación de por qué asumía algunas de las funciones de Austin. La agencia AP precisó que las transferencias temporales de autoridad no son inusuales y que a menudo se realizan sin explicaciones detalladas.
Hicks decidió no regresar a Estados Unidos después de que le informaron que Austin retomaría a sus funciones el viernes.
La agencia EFE indicó que Austin realiza sus funciones a distancia. Sigue ingresado en el hospital sin fecha prevista de alta médica.
¿Qué puede pasar con Austin?
Esta semana, la prensa le preguntó a John Kirby, portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, si el silencio de Lloyd Austin tendrá consecuencias. “Nuestro enfoque principal en este momento es la salud del secretario Austin y asegurarnos de que reciba toda la atención y el apoyo que necesita para recuperarse por completo. Ese es el enfoque”, respondió.
Kirby también descartó que el gobierno de Biden contemple el despido de Austin e insistió en que “el enfoque número uno” del presidente es su salud y su recuperación y que regrese “lo antes posible” al Pentágono.
“El presidente respeta el hecho de que el secretario Lloyd Austin se responsabilizara de la falta de transparencia. También respeta el increíble trabajo que ha realizado como secretario de Defensa y cómo ha manejado múltiples crisis durante los últimos tres años. Y valora mucho sus consejos, franqueza, liderazgo y, nuevamente, espera tenerlo de regreso en el Pentágono”, dijo el portavoz.
Biden y Austin tuvieron una conversación “cordial” el sábado por la noche, dijo la Casa Blanca. El presidente le manifestó a su secretario de Defensa que esperaba tenerlo de regreso en el trabajo, agregó.
La agencia EFE precisó que aunque Austin no ha violado ninguna norma, pues no existe un protocolo sobre cuándo anunciar la hospitalización de un secretario de Defensa, los republicanos ya han aprovechado la coyuntura para arremeter contra Biden, al que reprochan no tener bajo control a su propia Administración.
El secretario de Prensa del Pentágono, Pat Ryder, le dijo a CNN el domingo que Austin “no tiene planes de renunciar” por el episodio.
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