Olukemi Olufunto Adegoke. Su nombre de origen yoruba dista mucho del estereotipo de alguien que forme parte del Partido Conservador británico. Pero Kemi Badenoch, como la conocen, ya hizo historia al convertirse en la primera mujer afrodescendiente en estar a la cabeza de los ‘tories’, que han tenido como jefes nada menos que a Winston Churchill o Margaret Thatcher.
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De padres nigerianos, la combativa política de 44 años fue elegida con el 57% de los votos en las elecciones internas del partido y ya ha prometido despertar del letargo a los conservadores, que quedaron humillados en julio pasado luego que el entonces primer ministro, Rishi Sunak, perdiera estrepitosamente las elecciones ante el laborista Keir Stamer. Aquellos comicios dejaron a la histórica formación con apenas 121 legisladores, de los 365 que tenía en el 2019.
Casada con Hamish Badenoch, un banquero millonario del Deutsche Bank, y madre de tres hijos, sobre sus hombros está la difícil tarea de unificar un partido que quedó magullado desde el Brexit y el escandaloso paso de Boris Johnson por Downing Street.
Pero la llegada de Badenoch a lo más alto del partido no representa un hito solo por su origen. De hecho, los ‘tories’ ya habían confiado en Sunak, el primer británico de origen indio en convertirse en primer ministro. Justamente, Badenoch prefiere no reivindicar el hecho de ser nigeriana o ser mujer. “Quisiera que el color de nuestra piel no sea más significativo que el color de nuestro pelo o el color de nuestros ojos”, suele decir en entrevistas.
Su estilo frontal, sus alabanzas a la reducción del Estado y sus críticas a la inmigración ilegal la han convertido en la niña mimada del sector más derechista del partido, que incluso hablan de ella como la “Thatcher de color”, la ‘Dama de Hierro’ a quien no cesa de admirar.
Los británicos han tenido cinco primeros ministros en los últimos ocho años. El actual jefe de Gobierno es el laborista (izquierda) Keir Starmer.
Pero Badenoch es más que eso. En la tendencia que vienen marcando Marine Le Pen en Francia y Giorgia Meloni en Italia, también ha establecido una batalla contra la llamada ‘cultura woke’, o el progresismo que ha puesto en agenda diversas reivindicaciones para la comunidad LGBT. Ella misma se describe como una feminista que está en contra de la “ideología de género” y se ha opuesto firmemente a la autoidentificación de las personas trans.
“Nuestro país no puede ser un dormitorio para los que vienen a hacer dinero o un hotel para los que están de paso. Se espera que los que eligen venir compartan nuestros valores y contribuyan a nuestra sociedad”
Kemi Badenoch
Sus declaraciones tampoco han estado exentas de crítica, como cuando señaló que los pagos por licencias de maternidad “eran excesivos” o cuando le puso paños fríos al colonialismo británico al negarse al pago de reparaciones económicas para los países que fueron expoliados. “Necesitamos contar los dos lados de la historia”, ha dicho.
Desde Lagos
Badenoch no es una inmigrante africana que llegó a Europa en un bote. Sus padres -un médico y una psicóloga- eran de clase media alta y viajaron desde Nigeria a Londres para un tratamiento de fertilidad. Kemi nació en Wimbledon y meses después regresó con su familia a Lagos, donde vivió hasta los 16 años, aunque algunas temporadas las pasó en Estados Unidos.
De regreso a Londres estudió en colegios privados y pudo licenciarse en Ingeniería Informática en la Universidad de Sussex, donde inició su militancia ‘tory’. De hecho, los activistas de izquierda y su condescendencia sobre la situación africana la llevaron a irse a la otra orilla política.
Se inscribió en el Partido Conservador en el 2005 y continuó su carrera profesional en el sector tecnológico y financiero, mientas estudiaba leyes. Luego fue directora digital de la revista “The Spectator”, un influyente medio de los militantes ‘tories’. En el 2015 debutó en la política británica con un asiento en la Asamblea de Londres y en el 2017 fue elegida por primera vez parlamentaria en la Cámara de los Comunes. Desde ahí, su carrera ha sido meteórica, siendo nombrada ministra de Comercio Internacional en el gabinete de Liz Truss, y de la Mujer e Igualdades en el período de Sunak.
De frente y sin filtros
Una de las principales preocupaciones de Badenoch es lo que llama “la crisis del conservadurismo” y no dudó en criticar a Sunak, por “gobernar desde la izquierda”.
“Esos engreídos, presumidos y privilegiados londinenses de clase media me volvían loca cuando hablaban de África dándoselas de moralistas. No tenían ni idea de lo que estaban hablando”
Kemi Badenoch
Sin embargo, también debe batallar para que la esencia de los ‘tories’ no termine succionada por el partido Reform, de Nigel Farage, uno de los más representativos de la extrema derecha británica, quien está atrayendo a sus filas a muchos conservadores descontentos con la deriva que tomó la formación en los últimos años y la mala performance de sus primeros ministros.
“Ha llegado el momento de decir la verdad, de defender nuestros principios, de planear el futuro, de renovar nuestras políticas y nuestros pensamientos, y de ofrecer al partido y al país el nuevo comienzo que ambos merecen. Ha llegado el momento de ponerse a trabajar”, ha dicho Badenoch. Habrá que esperar si logra su cometido.
Arturo Ponce Urquiza
Docente de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad Anahuac.
- ¿Por qué la elección de Kemi Badenoch significa un hito en la política británica?
Es muy importante porque se trata de una mujer afrobritánica. En el país ya ha habido mujeres que han gobernado, no solo como primeras ministras sino también como reinas, como muestra de que las mujeres han tomado posiciones de relevancia para la política de la nación. Se piensa, justamente, que Badenoch pueda traer la renovación que necesita el Partido Conservador en un momento muy crucial para Europa. Se trata de una mujer preparada que buscaría obtener en las próximas elecciones parlamentarias la posibilidad de competir con el Partido Laborista por la primera magistratura. Con la llegada de Rishi Sunak se había roto el molde de hombres anglosajones en el cargo, pero que sea una mujer afrobritánica es un hito.
- Pese a ser hija de inmigrantes africanos, ella representa al sector más conservador. ¿Ella podrá ganar votantes en áreas rurales y que son antiinmigrantes?
Va a tener que recurrir a un buen grupo de trabajo que la ayude a conectar con esos votantes, algo que tampoco logró Boris Johnson o Sunak. Ella va a tener que demostrar que aunque no es sajona, sí es heredera de los valores democráticos británicos.
- Se dice que es la 'Thatcher de color'. ¿Se le puede comparar?
Lo que pasa es que quieren generar una imagen fuerte. Sin embargo, a diferencia de Margaret Thatcher que sí vino de la clase laboral, ella ha estado en un entorno más privilegiado. Y Thatcher fue una mujer que le tocó vivir la Guerra Fría y tuvo que tomar decisiones cruciales en la economía del país.