Milagros Asto Sánchez

Andrés Villavicencio se dio cuenta de que tenía que salir de Venezuela y en menos de media hora cruzó la puerta de su casa con dos maletas armadas a máxima velocidad. Ese sábado 10 de agosto, una camioneta pasó cuatro horas estacionada frente a su vivienda. El conductor tomaba fotos a la fachada, encendía y apagaba el auto, pero no se movía de ahí.