Ya en otras ocasiones Maduro ha anunciado despliegue de fuerzas antimisiles. Foto: Getty Images, via BBC Mundo
Ya en otras ocasiones Maduro ha anunciado despliegue de fuerzas antimisiles. Foto: Getty Images, via BBC Mundo
Redacción EC

El periodista Andres Oppenheimer fue el encargado de encender la alarma: mientras la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenaba que las torturas y violaciones a los derechos de las personas continuaban impunemente en , el régimen de Nicolás Maduro está cada vez más cerca de integrar dicha comisión, cuyo objetivo es que sus miembros apliquen "las normas más estrictas en la promoción y protección de los derechos humanos".

Creado en el 2006 con cuatro votos en contra (EE.UU., Israel, Palaos y las Islas Marshall) y tres abstenciones (Venezuela, Irán y Bielorrusia), el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH) está conformado por 47 estados miembros de las Naciones Unidas, de acuerdo a lo establecido en el párrafo 7 de la resolución 60/251 de la Asamblea General.




El número de asientos están distribuidos equitativamente por regiones. A Latinoamérica y el Caribe le corresponden 8 de esos sitios. Cada miembro sirve "por un periodo de tres años y no son elegibles para una reelección inmediata después de servir dos mandatos consecutivos", precisa la página web de la CDH.

El 31 de diciembre de este año, los periodos de Brasil y Cuba expirarán. El primero puede postularse -y se postulará, según Oppenheimer- a un segundo término consecutivo, pero la isla caribeña ya cumplió sus dos periodos consecutivos.

Según el periodista argentino, además de Brasil solo un país latinoamericano está postulando al CDH de la ONU: Venezuela. Por ello, al ser el único candidato a ocupar el único escaño que quedaría vacío en su región, Venezuela tendría asegurado su lugar en la CDH a partir del 19 de enero del 2020.

La salida planteada por Oppenheimer sería la aparición de un tercer estado latinoamericano que se postule a ese espacio. Esta solución es altamente improbable, pues un país necesita al menos un año de cabildeo para asegurar los votos necesarios: 126; es decir, el apoyo de dos tercios de los miembros que participarán de la próxima Asamblea General de la ONU a celebrarse en octubre.

Ya en el 2012, la llegada por primera vez de Venezuela al CDH generó polémica. En esa oportunidad alcanzó su lugar junto a Argentina y Brasil en reemplazo de Cuba, México y Uruguay, con el voto de 154 países miembros.

"Es bastante contradictorio que el Gobierno venezolano haya hecho un esfuerzo tan logísticamente importante por ingresar en este Consejo y que en Venezuela no se cumple con ninguna de las normas", criticó en aquella oportunidad la diputada opositora Delsa Solórzano.

Siete años después la situación parece repetirse. “La probable elección de Venezuela para el Consejo es realmente escandalosa”, resumió José Miguel Vivanco, jefe del departamento de América del grupo de defensa de Human Rights Watch, para Oppenheimer.

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