Se han celebrado en la catedral de Milán los funerales de Puccini con la presencia de una enorme concurrencia. A pesar de la lluvia, la procesión fúnebre fue impresionante; todo el camino se hallaba lleno de colgaduras de color negro. Los artistas de la famosísima Scala de Milán, presididos por Toscanini, ejecutaron la marcha fúnebre de Edgard, dirigidos por la batuta de Toscanini, ocultando su dolor y sus lágrimas. Miles de personas han acompañado posteriormente los restos del inmortal compositor hasta el cementerio Monumental. Pese a la lluvia, nadie se apartó del cortejo. H.L.M.
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