Durante la visita que realizó hoy el presidente Pedro Pablo Kuczynski a Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios, dialogó con varios dirigentes mineros y autoridades locales. Un hecho que no pasó desapercibido fue que, en la mesa principal donde se llevaron a cabo las reuniones, estuvieron presentes Yoni, Maruja y Marco Baca Casas, hijos de Gregoria Casas Huamanhuillca.
(Foto: Manuel Calloquispe / El Comercio)
Gregoria Casas, considerada como una de las mineras más poderosas de Madre de Dios, es al mismo tiempo investigada por el Ministerio Público por presunto lavado de activos, defraudación tributaria y diversos delitos ambientales. Ella comenzó a extraer oro de manera artesanal hace más de 50 años en Huepetue, un distrito ubicado a tres horas de Puerto Maldonado. Con el correr de los años, ella y su esposo, Cecilio Baca, acumularon una cuantiosa fortuna.
Desde el 2012, cuando comenzó el proceso de formalización de la minería en esta región, se iniciaron las investigaciones fiscales contra esta familia. Posteriormente, en el 2013, el Ministerio de Energía y Minas anuló las declaraciones de compromiso de Casas y Baca (primer paso para la formalización) debido a que sus operaciones exceden ampliamente los límites permitidos por ley para los pequeños mineros (3.000 metros cúbicos de tierra removida al día, según la norma).
Yoni Baca, una de las hijas de Gregoria, habló en representación de varios mineros locales, y dijo ser “una pequeña empresaria”. Durante la reunión, Kuczynski dijo: “No traemos ni soluciones ni problemas, hemos venido a escuchar. Lo primero es que entendamos cuál es el problema”.
(Foto: Manuel Calloquispe / El Comercio)
Al término de esta cita, se invitó al mandatario a la sede de la Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios, donde los mineros exhibirían –como una alternativa a la interdicción de equipos de minería ilegal- una mesa gravimétrica, diseñada en esa misma universidad y que permite separar el oro de otros materiales sin mercurio ni cianuro.
A esta cita no acudió Kuczynski, quien se dirigió al aeropuerto con sus ministros y casi todos los periodistas. Dejó en su representación a los congresistas Pedro Olaechea y Sergio Dávila.
En esta cita estuvo presente la propia Gregoria Casas, quien al término de la ceremonia se dejó tomar fotografías al lado de sus hijos, algunos dirigentes mineros y el gobernador regional de Madre de Dios y ex dirigente minero, Luis Otsuka, el mayor crítico de los planes gubernamentales de formalización de la actividad minera en esa región.
(Foto: Manuel Calloquispe / El Comercio)