El hecho de solo pensar que tenemos tiempo de sobra para realizar nuestras actividades pendientes, sean importantes o no, posponiéndolas; es frecuente entre estudiantes de secundaria, quienes, a pesar de que se esfuerzan por vencerla, siguen atrapados o parecen estarlo en un ciclo infinito de aplazar las actividades. Ese hecho tiene nombre: procrastinación, y cada día que pasa la dificultad que tienen para acabar con ello puede producirles efectos negativos como estrés o ansiedad, acumulándose en adolescentes que solo buscan equilibrar sus estudios con su día a día. A pesar de su empeño por controlarla, factores como el cansancio, las redes sociales y una constante presión académica los afectan.
¿Cuántas veces hemos escuchado la típica frase: “Lo hago después, aún tengo tiempo”, esta simple expresión se ha vuelto muy común entre los adolescentes que casi pasa desapercibida, pero detrás de estas palabras se esconde esta tendencia que está afectando a nuestros jóvenes en ámbitos académicos como mentales.
En conversación con este grupo de corresponsales escolares, Valeria, una estudiante de nivel secundaria perteneciente a la institución privada “San Martín de Porres”, contó acerca de su experiencia tras haber experimentado este fenómeno.
“Siento que me afectó bastante, ya que siempre que tenía una tarea o actividad decía ‘lo hago más tarde’ y ese más tarde nunca llegaba, hasta que cuando me tocaba entregar la actividad lo hacía en la misma clase y eso me perjudicaba, porque no prestaba atención a la clase por hacer la tarea que tranquilamente podría haberlo hecho en mi casa, además me sentía mal conmigo misma. Empecé a ponerme etiquetas que eran como un bullying o sabotaje a mi misma…se empezó a bajar mi autoestima y comencé a dudar de mi misma y de lo que soy capaz de hacer”, contó.
Esto es un gran ejemplo de lo perjudicial que es la procrastinación, ya que aparte de afectar el nivel académico también lo hace en lo mental, bajando la autoestima, la moral y la confianza. En una investigación a estudiantes adolescentes, “The Wave Clinic” concluyó que la procrastinación afectaba negativamente en su autoestima. Los jóvenes dijeron que “la postergación de tareas también puede tener un impacto negativo en la salud mental y física de los adolescentes, al provocar sentimientos de culpa, fatiga y ansiedad. Estas emociones negativas pueden dañar aún más la autoestima de un joven, reforzando un círculo vicioso”.
Este grupo de corresponsales escolares del nivel de secundaria del colegio “San Martín de Porres”, realizó una encuesta que arrojó resultados interesantes.
Podemos observar que más de la mitad de los encuestados procrastinan cada 2 o 3 días, lo cual representa un 50.5%. Un 23.2% deja las tareas para el día anterior, mientras que un 15.8% admite posponer sus labores hasta el último momento. Estas cifras reflejan una tendencia preocupante entre los jóvenes, ya que la mayoría parece tener dificultad para organizar sus tiempos de manera anticipada, ahora veamos qué tipo de impacto tiene en su vida diaria.
Ahora vemos que en cuanto al impacto que la procrastinación tiene en la vida diaria de los encuestados, un 57.4% considera que el efecto es moderado, mientras que un 20.2% percibe que tiene un impacto muy fuerte. Sólo el 22.3% cree que la procrastinación tiene un impacto bajo en su vida. Estos datos sugieren que, para la mayoría de los estudiantes, posponer tareas tiene consecuencias significativas, afectando tanto su desempeño académico como su bienestar emocional.
Los números mencionados dejan en claro que la procrastinación es un gran reto o problema para los estudiantes adolescentes de nuestro tiempo, afectando su rendimiento como también la productividad que ellos pueden tener. Es de conocimiento que este tema no podremos resolverlo fácilmente, entonces, ante esto, ¿qué pueden hacer los adolescentes para romper con ese ciclo, con esa cadena infinita? A continuación presentamos algunas estrategias y tips que se pueden poner en práctica para controlar la procrastinación y adoptar hábitos que puedan darnos un equilibrio más saludable:
- Buscar apoyo: Forma grupos de estudios con tus compañeros que tengan los mismos tipos de intereses que tú, para evitar distracciones y conversaciones que no sean del tema. No te olvides de pedirle consejos a tus profesores y tutores cuando sientas que necesites una orientación adicional.
- Practica la automotivación: Recompénsate por cada tarea que logres hacer, por cada meta que cumplas.
- Crea un horario de estudio: Créate un horario de estudio, para que estés mejor organizado y menos estresado. Mediante un horario de estudio, podrás mejorar tu día y semana no al momento de estudiar, sino también en tus labores diarias.
- Elimina las distracciones: Comprométete que cada vez que hagas una tarea, lo hagas en un lugar sin distracciones, saca tu celular o dispositivo electrónico que tengas en el lugar donde harás tu tarea, para evitar las distracciones y poder cumplir o lograr tus objetivos.
Pareciera que la procrastinación es imposible de superar, pero es un reto en común que con pequeños cambios y aplicando las estrategias necesarias en el día a día, los estudiantes pueden eliminar y con ello mejorar en sus estudios y bienestar general. Estos tips buscan ofrecer alternativas prácticas para tomar el control del tiempo y de su vida. Con mucho compromiso, vencer la procrastinación es una posibilidad que se maximizará cada vez a centenares de estudiantes, dando paso hacia una vida académica más efectiva y exitosa.
Informe realizado por los Corresponsales Escolares del IEP San Martín de Porres, de Santa Anita: Miqueila Vannia Baluarte Ríos, Arianne Jeanette Siancas Salas, Camila Fernanda Lesly Valencia Flores, Marlene Daira Gamboa Enríquez, Justing Fabián Amaya Benites. Con la asesoría de la docente Marleny Silvia Huihua Huamán. Bajo la mentoría del periodista de El Comercio Martín Acosta González.
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