El expresidente del Poder Judicial (PJ), José Luis Lecaros, se comunicó 30 veces con el empresario hotelero Salvador Ricci entre setiembre y diciembre del 2016, a través de dos celulares, de acuerdo al reporte de llamadas elaborado por la policía, al que El Comercio tuvo acceso.
En el período en el que ocurrieron las llamadas, este Diario pudo corroborar que se dieron dos hechos importantes que unen a Ricci con Lecaros: el 15 de noviembre del 2016 fue la elección de la presidencia del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), a la que el vocal supremo postuló; y el 9 de diciembre se emitió el fallo de la jueza Rita Gastañadui que obligaba al Estado a pagarle al empresario más de S/14 millones como indemnización por haber perdido las acciones del hotel María Angola.
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—Las llamadas—
El 12 de setiembre del 2016, según el reporte al que El Comercio accedió, José Luis Lecaros se comunicó en cinco ocasiones con Salvador Ricci (las llamadas duraron un minuto en promedio). Luego, de acuerdo al mismo reporte, el empresario llamó al entonces juez supremo César Hinostroza por más de un minuto.
Estas coordinaciones telefónicas coinciden con el informe elaborado por el fiscal supremo Jesús Fernández, quien investiga el Caso Los Cuellos Blancos del Puerto. El documento señala que Hinostroza, Lecaros y Ricci se reunieron el 12 de setiembre en el restaurante Al Asador, de propiedad del empresario. En el encuentro, el titular del PJ habría solicitado a Hinostroza apoyo para la elección de la presidencia del JNE. Al día siguiente del encuentro, Lecaros volvió a llamar a Ricci en cuatro ocasiones.
El 1 de diciembre del 2016, Lecaros también se comunicó con Ricci por más de tres minutos. Seis días después de esta comunicación, el 7 de diciembre, hubo cuatro llamadas más. Al día siguiente, el juez supremo volvió a llamar en otras dos ocasiones al empresario. El 9 de diciembre, la jueza Gastañadui emitió un fallo que favoreció a Ricci.
Hace unas semanas, Lecaros afirmó que Ricci nunca le pidió apoyo para algún proceso judicial en las cortes de justicia del Callao o de Lima. El titular de la Corte Suprema no es investigado por la fiscalía porque goza de inmunidad.
Hace unos meses, este Diario reveló el testimonio que Ricci dio a la Fiscalía de Crimen Organizado del Callao, a raíz de las comunicaciones telefónicas que tuvo con el chofer del exjuez Walter Ríos y las que Hinostroza tuvo con su hijo, Salvador Ricci Rospigliosi. Por esta razón, la fiscal Rocío Sánchez, del Caso Los Cuellos Blancos, abrió investigación al empresario Ricci.
—Fallo favorable—
La resolución de la jueza Gastañadui fue consecuencia de una demanda que Ricci presentó en el 2015 contra la policía, la fiscalía y el Poder Judicial, por el proceso que se le siguió por el delito de lavado de activos proveniente del narcotráfico.
Ricci fue incluido en las investigaciones luego de que la policía encontrara documentos en los inmuebles del narcotraficante Boris Foguel, en 1999. En estos se hace referencia a la entrega de dinero al empresario para que sea invertido en el casino del hotel María Angola, del cual Ricci era propietario. Esto se indica en la resolución del proceso, emitida por la jueza María Castro en agosto de ese año, a la que tuvo acceso este Diario.
En el 2004, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema absolvió a Ricci por este proceso. Uno de los miembros del tribunal era Lecaros, quien ha reconocido ser amigo del empresario y conocerlo desde el 2008.
El fallo de la Corte Suprema fue utilizado por Ricci y su esposa Gilda Rospiglio para demandar al Estado por S/31’218.265 y solicitar una indemnización por daños y perjuicios. Su argumento fue que, como consecuencia del proceso judicial por lavado de activos, perdieron las acciones que tenían en el hotel María Angola.
En su resolución, la jueza Gastañadui dispuso que el Estado indemnizara a Ricci con S/14’289.986.
La sentencia fue apelada por las procuradurías del Poder Judicial, de la fiscalía y del Ministerio del Interior ante una sala superior civil, que anuló la sentencia.
Ante dicha decisión, Ricci interpuso un recurso de casación que está pendiente desde setiembre del 2019 en la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema.
—Descargos—
El Comercio se comunicó a través del área de prensa del PJ con Lecaros para consultarle sobre las llamadas con Ricci. El presidente de la Corte Suprema se abstuvo de comentar al respecto. Sobre una presunta intervención suya en el fallo a favor del empresario, sostuvo: “No intervine para nada en el fallo ni menos pedí a Mary Rojas [su secretaria] que intervenga. A la jueza [Gastañadui] no la conocía ni sabía si Mary Rojas la conocía”.
También se buscó a Rojas, quien afirmó que no se iba a pronunciar, ya que había entregado su declaración a la fiscalía.
Este Diario pidió la versión de Ricci e Hinostroza a través de sus abogados pero no contestaron.
A su vez, luego de publicada la nota, la jueza Gastañadui indicó que no tiene "ni he tenido ningún vínculo de amistad o relación alguna con el presidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros”.
Añadió que no ha sostenido ni ha recibido llamadas telefónicas "ni mucho menos le he consultado algún proceso judicial que ha llevado mi despacho o me ha hecho llegar alguna indicación a través de tercera persona”.
Del mismo modo, negó tener algún tipo de amistad con el empresario Salvador Ricci y que la sentencia judicial “está apegada al derecho y pone fin a un proceso judicial iniciado en otras instancias en el 2004”.
—Secretaria confirmó visitas de Ricci —
El Comercio tuvo acceso al testimonio que María Rojas Rivera, quien era secretaria de José Luis Lecaros, brindó a la fiscal Rocío Sánchez. En esta declaración, sostuvo que el único tema que abordó en los encuentros que tuvo con Salvador Ricci fue coordinar las fechas y horas de las reuniones que posteriormente el empresario tuvo con Lecaros.
También precisó que Ricci visitó el despacho de Lecaros desde agosto del 2013 hasta el 2017 “esporádicamente”. Rojas negó tener una relación amical con la jueza Rita Gastañadui, aunque admitió conocerla.
En setiembre del 2019, Lecaros dijo a este Diario que Ricci fue a buscarlo a la Corte Suprema. “Yo lo he atendido máximo dos veces cuando pasaba a saludarme. Si vino cuando yo estaba en sesión, no lo sé”.