En un mundo donde el impacto del ser humano tiene consecuencias significativas, contar con empresas sostenibles y socialmente responsables es más crucial que nunca. Tal es el caso de Industrias San Miguel (ISM), que este mes celebra 36 años de compromiso con el planeta y la sociedad. Con una estrategia centrada en la gestión eficiente del agua y la energía, ISM busca construir un futuro próspero y responsable, reafirmando su dedicación a la sostenibilidad y al bienestar de las comunidades donde se encuentra operando.
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“Nuestro objetivo es lograr la carbononeutralidad de cara al año 2040, enfocándonos en la reducción y compensación de emisiones,” comenta Eduardo Venegas, gerente corporativo de Comunicación Externa y Sostenibilidad de ISM.
Por ello, ISM ha implementado diversas iniciativas que subrayan su compromiso ambiental. Desde 2019, la empresa ha reducido el 25% de PET en sus botellas de agua Loa y Cielo, así como en su refresco Kris, con lo que logra cubrir dos grandes objetivos: disminuir su impacto ambiental y optimizar sus costos de producción. Además, todas las botellas de ISM son 100% reciclables e incluyen un 15% de resina reciclada, promoviendo la economía circular.
En cuanto a su enfoque de sostenibilidad, ISM ha adoptado la triple certificación internacional ISO, que abarca la gestión ambiental (ISO 14001), la calidad de los productos (ISO 9001 y HACCP), y la seguridad y salud ocupacional (ISO 45001). Estas certificaciones reflejan el compromiso de ISM con la calidad, la seguridad y el medio ambiente en todos sus procesos.
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Otro aspecto por el cual también destaca ISM es por sus programas de sostenibilidad dirigidos a sus comunidades. Uno de los más relevantes es el programa “Mejorando Mi Bodega”, mediante el cual ha capacitado gratuitamente a más de 50.000 emprendedores desde el 2017, fortaleciendo sus capacidades de gestión empresarial. Sumado a otras como “Negocios Competitivos” y “Emprendedoras ISM”, mediante las cuales busca empoderar a las micro y pequeñas empresas en su camino hacia la sostenibilidad, así como capacitar a los familiares de los colaboradores de ISM en actividades prácticas, respectivamente, fomentando un desarrollo económico sostenible.
Además, la responsabilidad ambiental de ISM —que va de la mano con el enfoque social y de sostenibilidad de la empresa— se extiende a sus prácticas de reciclaje y educación ambiental. La empresa ha implementado programas de reciclaje en colaboración con municipalidades y colegios, recolectando toneladas de PET y fomentando una cultura de reciclaje. Además, participa en iniciativas como el movimiento “Recicla Consciente”, que promueve la economía circular y la educación ambiental.
“La sostenibilidad, la innovación y la eficiencia van de la mano en nuestro enfoque empresarial. Nuestro compromiso es seguir innovando para proteger el medio ambiente y generar un impacto positivo en las comunidades de los países en donde operamos”, añadió Venegas.
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