
Desde hace casi dos décadas, el área de Psicología del Hospital Nacional Hipólito Unanue mantiene viva una tradición pensada únicamente para los niños que asisten al hospital cerca a una fecha festiva como es la Navidad.
Esta celebración en el Hipólito Unanue no aparece en el calendario oficial ni convoca cámaras de televisión, pero para cerca de 70 niños es, quizá, el día más esperado del año. El Servicio de Psicología, encabezado por el psicólogo Armando Osorio Ramírez, vuelve a hacer posible una Navidad distinta: una mañana de risas, regalos y espectáculo infantil en medio de un espacio donde, casi siempre, la rutina está marcada por la espera y la preocupación en la mejora que es la salud mental.
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Esta vez, la jornada tuvo un ingrediente especial. Entre aplausos y sonrisas estuvo Doña Peta, la mamá de Paolo Guerrero, acompañada por Carlos Gómez Laynes primo del capitán de la selección peruana y William Huapaya exjugador de Alianza y Deportivo de La Coruña de España en las décadas de los 70 y 80. No llegaron como figuras, sino como lo que fueron durante toda la actividad: parte de un evento social pensado para los niños, para ellos y solo para ellos.
Hubo show infantil, juegos y esa energía que solo los chicos pueden contagiar cuando se sienten protagonistas. Por unas horas, el hospital dejó de ser hospital. Las salas se llenaron de colores, las miradas se soltaron y las risas hicieron el trabajo silencioso que ningún tratamiento logra por sí solo.
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Lo valioso, como casi siempre, no estuvo en los nombres conocidos ni en la anécdota deportiva, sino en la constancia. Veinte años sosteniendo una tradición que no busca titulares, pero que deja huella. Una Navidad hecha desde la psicología, desde la empatía y desde la convicción de que la salud también se construye así: con afecto, con presencia y con humanidad.
En el departamento de Psicología, al menos por una mañana, la Navidad volvió a cumplirse. Y eso, en tiempos como estos, no es poca cosa.




