¿Cómo puedo saber si tengo cuenta ahorro en el Banco de la Nación?

Durante la pandemia, el Gobierno solía ofrecer bonos y subsidios a favor de las personas más afectadas por el COVID-19, cuyo estado se encontraba en vulnerabilidad. Para poder hacer estos depósitos se usaba una “cuenta DNI”, una suerte de cuenta de ahorro en el Banco de la Nación que no cobraba ningún tipo de interés. ¿Cómo saber si aún tengo habilitada esta opción en el banco? En la siguiente nota te contaremos todo lo que debes saber al respecto.

CÓMO SABER SI TENGO CUENTA AHORRO EN EL BANCO DE LA NACIÓN

Para determinar si se posee una cuenta de ahorro en el Banco de la Nación, se debe considerar que estas cuentas, conocidas como “Cuenta DNI”, fueron activadas automáticamente durante la pandemia para facilitar el pago de bonos y subsidios estatales.

Aunque en su mayoría se encuentran inactivas en la actualidad, se definió mediante ley que son destinadas para el pago y transferencia de beneficios del Estado, así como para otras operaciones financieras.

Aunque no hay una herramienta en línea para verificar la cuenta, se sugiere acudir a una sucursal bancaria para obtener información sobre la existencia de una cuenta a nombre del titular, la cual fue creada sin necesidad de un contrato previo y no implica cobros de mantenimiento ni comisiones.

El director de Sistema Financiero y Mercado de Capitales del Ministerio de Economía y Finanzas, Óscar Orcón, señaló durante la Semana Mundial del Ahorro que se planea potenciar estas cuentas DNI para incluir a más ciudadanos en el sistema financiero.

Estas cuentas no solo permitirán transferencias entre cuentas DNI, sino también hacia otras cuentas del sistema financiero. Aunque las operaciones podrían tener ciertas restricciones en cuanto a montos, se busca expandir la utilidad de estas cuentas para ofrecer una gama más amplia de servicios financieros a los usuarios.

QUÉ ES EL BANCO DE LA NACIÓN

El Banco de la Nación es una empresa de derecho público, integrante del Sector Economía y Finanzas, que opera con autonomía económica, financiera y administrativa. El Banco tiene patrimonio propio y duración indeterminada.

El Banco se rige por su Estatuto, por la Ley de la Actividad Empresarial del Estado y supletoriamente por la Ley General de Instituciones Bancarias, Financieras y de Seguros.

Es objeto del Banco administrar por delegación las subcuentas del Tesoro Público y proporcionar al Gobierno Central los servicios bancarios para la administración de los fondos públicos.

Cuando el Ministerio de Economía y Finanzas lo requiera y autorice en el marco de las operaciones del Sistema Nacional de Tesorería, el Banco actuará como agente financiero del Estado, atenderá la deuda pública externa y las operaciones de comercio exterior.

Asimismo, recauda tributos y efectúa pagos, sin que esto sea exclusivo, por encargo del Tesoro Público o cuando medien convenios con los órganos de la administración tributaria.

El 27 de enero de 1966, el Congreso de la República aprobó la Ley 16000 por la cual creaba el Banco de la Nación. Días después el Poder Ejecutivo, bajo la firma del presidente de la República, Fernando Belaúnde Terry la pone en vigencia, culminando así un largo proceso cuyos antecedentes históricos datan del siglo XIX, pero que recién a partir de 1914, surge verdaderamente la preocupación de crear un Banco que centralice las actividades operativas, económicas y financieras.

El Banco de la Nación encuentra sus antecedentes inmediatos en el año 1905, durante el gobierno de don José Pardo, en el que se crea la Caja de Depósitos y Consignaciones, mediante la Ley N° 53 del 11.02.05. Esta Institución amplió sus actividades en 1927 cuando se le encargó a través de la Ley 5746 la administración del Estanco del Tabaco y Opio, así como la recaudación de las rentas del país, derechos e impuestos del alcohol, defensa nacional y otros. Finalmente, en diciembre del mismo año se le encarga la recaudación de la totalidad de las rentas de toda la República.

El Decreto Supremo N° 47, del 9 de agosto de 1963, estatiza la Caja de Depósitos y Consignaciones, declarándola de necesidad y utilidad pública. Mediante este dispositivo se recupera para el Estado las funciones de recaudación de las rentas fiscales y la custodia de los depósitos administrativos y judiciales. Tal estatización se realizó cuando la Caja contaba entre sus accionistas con diez Bancos: Crédito, Popular, Internacional, Wiese, Comercial, Continental, Gibson, De Lima, Unión y Progreso.