Protagonistas de grandes clásicos de la literatura y el cine, las ballenas han generado una profunda fascinación en los seres humanos desde tiempos bíblicos. La primera referencia habla de un “pez grande” enviado por Dios para salvar al profeta Jonás de una tempestad. La última, es un meme: una orca de nombre Gladis que puso de vuelta y media al estrecho de Gibraltar por atacar las embarcaciones de la zona. Aunque no es precisamente una ballena —Gladis, la orca rebelde, es un cetáceo, pero pertenece a la familia de los delfines oceánicos—, se convirtió en símbolo de resistencia y respeto a las criaturas que gobiernan los mares. Las nuestras y de todo el mundo.
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VIAJE AL OCEÁNO
Para alegría de los fanáticos de la fauna marina (y de Gladis), en el Perú es posible observar ballenas entre los meses de julio y octubre, en el norte del país. De acuerdo con el biólogo marino Daniel Cáceres, se han identificado hasta 14 especies de mamíferos acuáticos, en la zona comprendida entre Cabo Blanco, El Ñuro, Los Órganos y Máncora. Una de las más comunes de ver es la ballena jorobada, cuya longitud puede alcanzar los 14 metros en la edad adulta. Pero también es posible divisar otros cetáceos como los delfines de pico corto y largo, orcas, ballenas azules y más.
“El avistamiento de la ballena jorobada es más usual porque es una especie costera. Esta población viene del Pacífico Sur, desde la Antártida. Han recorrido una distancia máxima de aproximadamente 8.300 kilómetros”, nos dice Cáceres. “Vienen a aguas más cálidas para aparearse. Luego de quedar preñadas, las hembras permanecen en esta zona por el lapso de un año para dar a luz. Ya con sus crías, regresan a la Antártida en el siguiente verano austral”, añade el especialista.
Las ballenas jorobadas se caracterizan por tener grandes aletas pectorales, que llegan a medir una tercera parte que el resto del cuerpo. Su cabeza es nudosa y bastante alargada, mientras que la cola sobresale del agua cuando realizan sus inmersiones. No son agresivas (salvo si se sienten atacadas) y tienen un alto grado de sociabilidad, pues se les ha visto interactuar con otras especies, como aves marinas y otros cetáceos. Se comunican a través de prolongados cantos, sobre todo en época de apareamiento o cuando viajan en grupo.
En su trayecto para llegar a la costa norte, transitan a lo largo de nuestro litoral, por lo que es normal haberlas visto hace unos días frente a las playas de la Costa Verde, en un video que se volvió viral. De hecho, una de las primeras representaciones de una ballena en el Perú aparece dibujada en las pampas de Nasca, al sur de Lima. “Esto nos hace suponer que los antiguos peruanos de la cultura Nasca las vieron surcar las olas el Pacífico, hace cientos de años”, le dice a Somos el arqueólogo Walter Alva.
MAREA VIVA
Desde hace unos años, el avistamiento de las ballenas ha propiciado un foco de desarrollo turístico en el norte peruano. El pasado 15 de julio se llevó a cabo el evento Festival Ballenas del Pacífico, dando por iniciada la temporada para contemplar toda la magnitud y belleza de estos animales acuáticos. Durante la observación, es importante que se conserve una distancia de al menos 100 metros, que el motor de la embarcación se mantenga encendido y no hacer cambios bruscos de dirección o velocidad. En caso de que asomen una madre y su cría, solo se pueden aproximar un máximo de tres embarcaciones. Y si las ballenas se alteran, lo mejor es emprender una lenta retirada.
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“El impacto económico de esta actividad es muy grande en la población, pero lamentablemente no está regulada”, cuenta Aldo Durand, vicepresidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Los Órganos. “El objetivo del evento es que la población reconozca a esta especie como parte de su identidad y patrimonio”.
Durand promueve un turismo responsable en la zona, enfocado en gestionar buenas prácticas para preservar los ecosistemas de las distintas especies. En los últimos días, junto a pescadores y pequeños empresarios, ha tenido que lidiar con el desplome de la plataforma petrolera MX-1 en Los Órganos y el impacto ambiental que esto podría causar. “Esta plataforma se ha convertido en un arrecife artificial. Nosotros estamos en contra de que se derrumbe. Se necesita de un plan para conservarla”, sostiene.
A los problemas ambientales, se suman los efectos del cambio climático. Ante el aumento de la temperatura del mar, es posible que las ballenas jorobadas busquen emigrar hacia aguas más frías para reproducirse, nos dice Gino Passalacqua, doctor en oceanografía y especialista en ciencias del clima. “Como consecuencia del calentamiento global, probablemente las ballenas ya no viajarán más allá de la línea ecuatorial, donde las aguas son más cálidas”, dice Passalacqua. ”Con respecto a El Niño global, las predicciones son bastante obvias. Habrá un fuerte impacto no solo en las corrientes marinas, sino también en distintas actividades productivas, agrícolas y en la población en general. Es algo que ya estamos viendo”, advierte.
Al biólogo marino Daniel Cáceres le preocupa que las ballenas, en un futuro, tengan que recorrer mayores tramos de aguas calientes para volver a la Antártida, su hábitat natural, pues necesitarían un mayor desgaste energético. “Es posible que ante la falta de alimentos, muchas no lo logren”, se lamenta.
Para seguir disfrutando de las maravillas de la naturaleza, para poder hacer realidad el sueño de viajar al corazón de una ballena, hoy más que nunca toca proteger cada pedazo del mundo que nos rodea. //
En Los Órganos, una buena opción para pasar unos días es el hotel Biósfera. Aquí nos ayudarán a realizar nuestra aventura con las ballenas.
El decálogo de buenas prácticas para el avistamiento de ballenas incluye dos puntos clave: no avanzar a más de 6 km/h y nunca alimentar a la fauna marina.
Para llegar a esta zona del norte peruano, lo mejor es hacerlo vía aérea a través del aeropuerto de Talara. El trayecto desde este punto hacia Los Órganos toma unos 45 minutos.
Este año, está previsto que la temporada de ballenas se extienda hasta fines de octubre. A partir de entonces, se ha pronosticado que caerán fuertes lluvias en la región. Tome sus precauciones.
Moby Dick
Novela del escritor norteamericano Herman Melville, publicada en 1851. Cuenta la historia del barco ballenero Pequod, a cargo del capitán Ahab, decidido a cobrar venganza contra una legendaria ballena blanca conocida como Moby Dick.
Liberen a Willy
Película de 1993 protagonizada por una orca que vive en un pequeño tanque de un parque de diversiones. Al verla llorar todas la noches, un niño buscará liberarla.
La ballena de Pinocho
En el filme, aparece una ballena que se traga a la entrañable marioneta de madera y al viejo Geppetto. Su nombre es Monstruo, uno de los villanos de la cinta.
Orca, la ballena asesina
En 1977, se estrenó esta película protagonizada por Richard Harris, quien se enfrasca en una lucha con una orca que desea vengar la muerte de su familia.