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La ruta de la ‘Bichota’: cómo Karol G convirtió Medellín en una ciudad que canta su historia y cuáles son los lugares imperdibles que todo fan debe conocer
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En Medellín, las montañas también cantan. Y si prestas atención, puedes escuchar a la ‘Bichota’ retumbar entre calles, murales y notas musicales. Porque esta no es solo la ciudad de Karol G; es el lugar donde su voz se volvió eco y orgullo.
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/Bebé, ¿qué más? Hace rato que no sé na’ de ti…/
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Estos versos que millones corean en estadios y discotecas cobran otro significado cuando suenan aquí, donde todo comenzó. No son solo parte de “Provenza”, un hit global de la Bichota: forman parte de una ruta, una historia, un viaje que arranca en la ciudad donde ella nació.
Para entender la esencia de Karol G hay que alejarse del cliché del éxito y volver al origen. Carolina Giraldo creció en el sector del Estadio de Medellín, muy cerca de la imponente Unidad Deportiva Atanasio Girardot. Fue en esas calles donde su amor por la música empezó a tomar forma. En su casa escuchaba principalmente salsa, vallenato, música popular colombiana y reguetón. De allí salía a caminar con audífonos en los oídos y cuadernos llenos de letras de canciones propias, soñando con un escenario.
Años más tarde, en el 2021, ese mismo estadio —el de su infancia— se llenaría por completo durante dos noches consecutivas para recibirla como una estrella mundial. No fue solo un concierto. Fue una declaración de amor entre una ciudad y su hija más querida.
Pero la historia no termina en los escenarios. Hoy, Medellín guarda nuevos rincones donde se puede respirar su presencia. Porque Karol G no solo canta en la ciudad: también la habita a través de tres negocios que forman parte de su “ruta emocional”.
Primero está Provenza, el restaurante que toma su nombre del emblemático barrio de El Poblado. Pero este no es un lugar cualquiera: aquí todo el ambiente grita Karol G. Las meseras lucen flores en el cabello, las paredes tienen tonos rosas, y la decoración tropical refuerza su universo desbordante. En el menú, cada plato y trago lleva nombres que remiten directamente a su universo.

El momento mágico llega cuando suena “Provenza”. Las luces se apagan suavemente, los celulares se alzan iluminando el ambiente, y el restaurante entero se transforma en un coro espontáneo. Todos cantan, bailan, sonríen. Nadie se conoce, pero todos comparten lo mismo: la energía de una artista que ha convertido su música en un espacio de conexión colectiva.
El segundo local es Carolina, un espacio más íntimo, que lleva su verdadero nombre. Aquí, la propuesta es gastronómica, pero también emocional. Karol lo describe como el lugar donde busca “alimentar el alma y despertar los sentidos”. Y se siente. El menú combina raíces colombianas con fusiones contemporáneas, y el ambiente invita a la conversación.
La ruta culmina en El Callejón del Gato, su discoteca. Es el lugar donde la noche estalla: reguetón, luces intensas, tragos fuertes y el espíritu festivo que define a Medellín. Su energía está cada rincón, en cada beat, en cada mujer que baila con la seguridad de saberse poderosa.
La Ruta de la Bichota no es solo un recorrido físico. Es una experiencia sensorial, emocional y cultural. Es caminar por los pasos de una artista que ha hecho del éxito un acto de autenticidad. Que volvió a su ciudad no para mirarla desde arriba, sino para compartir lo construido.
Y Medellín, que también sueña alto, la acompaña en cada paso. Con murales, con calles que suenan a ritmo urbano, con flores en el cabello y una certeza: Karol G no solo nació aquí. Aquí se hizo gigante.

Karol G y su fusión con Airbnb
Karol G ha llevado su universo artístico a otro nivel con “Siente la Tropicoqueta”, una experiencia creada junto a Airbnb que invita a 24 fans de todo el mundo a vivir una noche única en un rooftop de Medellín. El espacio, ambientado con vegetación tropical y referencias visuales a su nuevo álbum, incluye estaciones donde los asistentes reciben piña colada en piñas reales, se transforman con arte corporal y crean pulseras con dijes inspirados en su universo. La cita será el 29 de julio y la participación es gratuita previa inscripción.
La música será el corazón de la noche. Los Tomate’s, orquesta favorita de la Bichota, pondrán a todos a bailar con ritmos latinos y temas del nuevo disco, mientras los invitados acompañan con maracas y bongós. El cierre será tan íntimo como festivo: un brindis final con la cantante, quien alzará su cóctel favorito, La Paloma, para sellar una celebración hecha de ritmo, color y conexión auténtica con sus seguidores.









