Paolo Valdivia

En un mundo cada vez más digitalizado, la seguridad cibernética se ha convertido en una prioridad para individuos, empresas y gobiernos. Las amenazas digitales evolucionan constantemente, y una de las más preocupantes en los últimos años es el uso de deepfakes, una tecnología basada en inteligencia artificial que permite crear videos, imágenes y audios falsos de personas, simulando de manera convincente sus rostros, voces y gestos. Esta herramienta, aunque inicialmente desarrollada con fines creativos y de entretenimiento, ha mostrado su potencial para ser usada de manera malintencionada, especialmente en la suplantación de identidad.