Bruno Ortiz Bisso

Las recomendaciones de cuarentena, así como la reciente decisión del Gobierno de prohibir los eventos públicos para más de 300 personas han sorprendido a muchos. Patricia García, exministra de Salud, explicó a El Comercio que estas medidas, tomadas a tiempo, pueden ayudar a frenar el rápido avance del .

— Se cree que estas medidas se toman porque no se sabe cómo controlar al COVID-19. ¿Eso es así?

No. Muchos países, como China e incluso Italia, han tomado este tipo de decisiones cuando se dieron cuenta de que el número de casos crecía demasiado y no se podía manejar de otra manera. Tratamos con un virus de relativa alta contagiosidad (porque hay otros más contagiosos) y si se toman más temprano, se puede aplanar la curva de la epidemia, y así tener menos casos en el tiempo, hacer un mejor manejo de estos y tener menos daños.

— ¿Entonces es un buen momento para este tipo de acciones?

Nuestra ventaja es el momento, pese a los 22 casos confirmados de y los otros que no hemos identificado. Muchos países aplicaron el distanciamiento social un poco después y tendrán resultados más tarde. Empezar temprano nos permite aplanar la curva de esta pandemia y eventualmente tener menos casos. Eso es importante porque nuestros servicios de salud son débiles. Pero ese riesgo lo están pasando también países desarrollados. Nadie estaba preparado para una epidemia de pacientes que requieran ventiladores en simultáneo.

— Se critica que se dejó entrar a muchos visitantes potencialmente infectados por demasiado tiempo…

Los modelos matemáticos ya lo habían anticipado hace más de un mes, con las características que teníamos. Sabíamos que el virus se iba a expandir por el mundo. Lo que se espera es que hacia el final del año entre el 40% y el 70% de la población mundial vaya a estar infectada. Por eso, lo que tenemos que procurar es reducir el impacto. Ahí es donde entran dos grandes medidas: identificar quiénes son la población vulnerable y plantear alternativas. Ya sabemos que la tasa de mortalidad por encima de los 70 años es muy alta (sobre todo, quienes tienen además enfermedades pulmonares como enfisema, fibrosis pulmonar, cáncer y, en menor medida, hipertensión y diabetes). Y las acciones que voy a tomar van a crear una suerte de muro de contención para proteger a la manada.

Las medidas para evitar la aglomeración de personas buscan prevenir el contagio, sobre todo entre potenciales infectados asintomáticos. Hay que tener calma y colaborar. (Foto: Alonso Chero)
Las medidas para evitar la aglomeración de personas buscan prevenir el contagio, sobre todo entre potenciales infectados asintomáticos. Hay que tener calma y colaborar. (Foto: Alonso Chero)
/ ALONSO CHERO

— ¿Entonces la mayoría nos vamos a infectar?

No todos se llegan a infectar, pero sí se afecta a un porcentaje de la población y se detiene la transmisión. Por eso, como una manada, los más fuertes debemos proteger a los más débiles. Si nos evitamos contagiar, creamos una barrera para los más débiles. En China han empezado a bajar las tasas de contagio por dos motivos: las medidas drásticas (como el distanciamiento social) y porque se acabaron los susceptibles (la gente que no se había infectado o que no es probable que se infecte).

— ¿Por qué son tan importantes estas medidas de distanciamiento social?

Porque implica crear espacio entre las personas y así reducir el riesgo de transmisión. En muchos países se están cerrando colegios o retrasando el inicio de clases. Esto ayuda bastante a proteger a los vulnerables. No hay que entrar en pánico. La gente debería entender y comprender que así estamos protegiendo a nuestros familiares ancianos o con enfermedades crónicas. No va a pasar nada si estoy acostumbrada a ir a la discoteca todas las semanas y dejo de ir un mes. Hoy más que nunca es necesario que bajemos nuestra sociabilidad para evitar los contactos y reducir el riesgo de transmisión del coronavirus COVID-19. Estamos en un momento en que ya podríamos tener bastante contagiado asintomático, al que no se le va a diagnosticar porque no hay manera. No se le puede hacer la prueba de descarte a todos porque es impráctico, porque son complicadas y caras, y porque se han distribuido de manera limitada al mundo. Ninguna medida sola es perfecta. Una complementa a la otra, pese a sus aspectos positivos y negativos. Pero cada una de estas medidas es como una esponja, que si pones varias una sobre la otra pueden convertirse en un buen muro. Eso es lo que estamos haciendo.

La ficha

  • Nombre: Patricia García
  • Grados académicos: Doctora en Medicina y magíster en Salud Pública.
  • Cargos públicos: Exministra de Salud y exjefa del Instituto Nacional de Salud.
  • Distinciones: Integrante de la Academia Nacional de Medicina de EE.UU.

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