Una de las costumbres más arraigadas en las personas que consumen alcohol es citarse inocentemente “para tomarse unos traguitos”. La realidad es que ese “lenguaje codificado” en realidad quiere decir “vamos a tomar alcohol hasta emborracharnos”. El efecto dañino que tiene para la salud ese tipo de comportamiento es a menudo soslayado y minimizado, cuando lo cierto es que es muy peligroso.
Existen muchas personas que a pesar de no cumplir todos los criterios para ser considerados como adictos al alcohol, lo que comúnmente llamamos alcohólicos, frecuentemente abusan del alcohol. En otras palabras, existen personas que aunque no toman alcohol todos los días, ni descuidan su trabajo, su hogar o sus relaciones personales a causa del alcohol, cuando toman, lo hacen de manera tan exagerada que terminan emborrachándose.
Si quieres saber más sobre esta complicada situación, lee el más reciente post del blog Cuida tu salud, del doctor Elmer Huerta.