Un día como hoy, hace 16 años, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) institucionalizó el Día Internacional de las Montañas con el fin de promover en la comunidad internacional a que organice actos para resaltar la importancia del desarrollo sostenible de las montañas.
El Perú no es ajeno a esta importante celebración. Nuestro país alberga espectaculares montañas ubicadas a lo largo de la Cordillera de los Andes y tiene la quinta cumbre más alta en Sudamérica.
También merece una mención especial la montaña de siete colores o Vinicunca, que este año se ha convertido en el segundo destino turístico más visitado del Perú.
Huascarán (Áncash)
El nevado tiene tres picos, el más alto es de 6,768 metros. El nevado Huascarán es la quinta montaña más alta del hemisferio Occidental después del Aconcagua, Ojos del Salado, monte Pissis y el cerro Mercedario.
El macizo ocupa la parte norte-central de la Cordillera Blanca y está separado del resto de la cadena por dos profundos valles: la quebrada de Llanganuco al norte y la quebrada de Ulta al sur. El primero es el lugar más turístico conocido en todo El Parque Nacional Huascarán por albergar a las lagunas de Llanganuco: Chinancocha y Orconcocha.
La montaña está rodeada de numerosos picos por encima de 5,000 metros en el sector Cordillera Blanca, una cadena de montañas cubierta de nieve de 140 kilómetros de largo que se incluye a su vez en el Parque Nacional Huascarán de 340,000 hectáreas.
Yerupajá (Áncash)
Seis cumbres de la Cordillera Huayhuash sobrepasan los 6,000 metros y otras 15 alcanzan más de 5,400 metros. Su nevado más importante, el Yerupajá (6,634 metros), es la segunda montaña más alta del Perú y el punto más alto de la enorme cuenca amazónica.
El nevado de Yerupajá, es uno de los más difícil de escalar, motivo por el cual ha ganado fama mundial por sus imponentes nevados y escalofriantes picos. Es visitado constantemente por científicos y estudiosos, así como también por deportistas.
Coropuna (Arequipa)
El Coropuna es un nevado de origen volcánico, tiene una altura de 6,405 metros. Se ubica en la Cordillera de Ampato, entre las provincias de Castilla y Condesuyos, región Arequipa.
Este macizo complejo estratovolcánico cubierto de hielo posee en su cima una meseta de 12x20 kilómetros, con seis conos asentados sobre ella. La cumbre verdadera del Coropuna se encuentra en el extremo noroeste de la meseta, si bien la cumbre suroeste alcanza una altura similar o algo mayor dependiendo del espesor de la capa de nieve.
Se han encontrado restos de vestimentas incas a una altura de 6,000 metros, lo que confirma la actividad de los habitantes precolombinos en la región.
Huandoy (Áncash)
Debido a la gran cercanía con la montaña Huascarán existe una leyenda que cuenta de que ambas montañas en realidad fueron una princesa y un soldado, convertidos en nevados por el dios Huaylas.
El Huandoy posee cuatro cimas, orientadas cada una a cada uno de los puntos cardinales, la norte es la más alta del grupo con 6,395 metros sobre el nivel del mar y la este la única que no alcanza los 6,000 metros de altitud (5,900 metros), las otras son la sur con 6,160 y oeste 6,356 metros.
Se ubica justo frente al gran nevado Huascarán, separada por el gran cañón que conforma la quebrada Llanganuco y a cuyos pies de estas montañas yacen las famosas lagunas de Shinancocha y Orconcocha (laguna Llanganuco).
Huantsán
Con 6,395 metros sobre el nivel del mar, la montaña Huantsán es la quinta cumbre más alta de la Cordillera Blanca del Perú, al lado del Huandoy. Es un nevado difícil de escalar. Posee una cumbre imponente y peligrosa para los montañistas. Al inicio se muestra sencilla de subida, más adelante poco a poco va siendo más compleja la escalada.
Sus proporciones, las de sus glaciares, las grandes paredes de más de 1,500 metros de desnivel y las pocas ascensiones que registra, hacen que este nevado posea el calificativo del “K2 de la Cordillera Blanca” (el K2 es una montaña de la cadena Himalaya, de Asia, y es la más difícil de escalar del mundo).
Esta montaña es la única elevación en la región sur de la Cordillera Blanca que supera los 6,000 metros, lo que lo hace parecer aún más grande debido a la enorme diferencia en el desnivel respecto a sus vecinos más cercanos como el San Juan (5,843), Tumarinaraju (5,670), Shaqsha (5,703), Cashan (5,716) o El Rurec (5,696).
Ausangate (Cusco)
Forma parte de la Cordillera Vilcanota, cuenta con una altura de 6,384 metros y es considerado un apu de los pueblos que lo rodean.
La Cordillera Vilcanota con sus 120 kilómetros de escarpados picos y glaciares es la segunda cadena montañosa (tanto en extensión como en glaciares) del Perú, después de la Cordillera Blanca y se ubica a unos 100 kilómetros al sureste de la ciudad de Cusco, en el nudo de Vilcanota.
El agua de sus deshielos que corre hacia el occidente da origen al río Vilcanota el cual posteriormente vierte sus aguas por el río Amazonas hacia el Océano Atlántico. Su vertiente oriental alimenta a varios ríos pequeños que culminan en el río Inambari y hacia el sur drena sus deshielos al lago Titicaca por el río Azángaro.
Chopicalqui
La montaña Chopicalqui, tiene una altura de 6,345 metros. Forma parte de la Cordillera Blanca. Es uno de los picos más altos de la cordillera y se encuentra en la provincia de Yungay, en Áncash. A pesar de su altura, es considerado uno de los picos menos complejos de escalar, por ello es muy popular entre los montañistas.
Desde su cima se aprecia el Huascarán (cara este) en toda su magnitud, así como el Huandoy con sus cuatro puntiagudas cimas, el Pisco y la gran pared sur del Chacraraju, la uniforme pared sur del Artesinraju con el macizo del Santa Cruz detrás; mirando hacia el sur aparecen el Copa y Hualcan y el macizo del Chinchey a lo lejos.
Vinicunca (Cusco)
Vinicunca, conocida también como montaña de siete colores, Arcoíris o de Colores, tiene una altitud de 5,200 metros sobre el nivel del mar. Está situada en el camino al nevado Ausangate, en Cusco. En los últimos años se ha convertido en la sensación turística hasta convertirse este año en el segundo destino turístico más visitado del Perú.
El atractivo natural, se ubica entre los distritos de Cusipata, provincia de Quispicanchi, y Pitumarca, provincia de Canchis, a una hora y media de la ciudad del Cusco.
Las laderas y cumbres de Vinicunca están teñidas por unas franjas de intensos tonos de fucsia, turquesa, lavanda, dorado y otros colores. Según la oficina de Paisaje Cultural de la Descentralización de Cusco, las coloraciones que presenta Vinicunca se deben a la composición mineralógica que tiene: el color rosado es por la arcilla roja, fangolitas (fango) y arilitas (arena). El blanquecino, por la arenisca cuarzosa y margas, ricos en carbonato de calcio.
El rojo por compuesto por las arcilitas (hierro) y arcillas pertenecientes al terciario superior. El verde se debe al compuesto de filitas y arcillas ricas en ferro magnesiano. El pardo terroso es producto de fanglomerado compuesto por roca con magnesio perteneciente a la era cuaternaria. Y el color amarillo mostaza por las areniscas calcáreas ricas en minerales sulfurados.
Con información de Andina