Él no lo recuerda. Son las 6:50 p.m. de una clase de periodismo deportivo en el Instituto San Ignacio de Loyola, ISIL, y él, Gianluca Di Laura, llega arrastrándose los 7 pisos que debe subir hasta el salón de clases. El edificio es imponente. Desde el look es un joven estudiante: zapatillas, short, camiseta golf. Pero Di Laura es más que un universitario que duerme hasta las 6:40 para llegar a estudiar en 10 minutos: el Gringo -que así lo llaman en el patio- es un defensa central en Deportivo Municipal, se entrena desde muy temprano y hoy, esta noche, se arrastra porque está lesionado. Encima de todo.
Él no lo recuerda pero sus compañeros lo miraban, admirados.
Cuatro años después de ese episodio, ninguno es el mismo. Ya no soy su profesor en ISIL y él tampoco es un joven aspirante a debutar en Primera: hace unas horas, Gianluca Di Laura, 1.84m, 28 años, Sagitario, sobrino del ex tenista Carlos Di Laura, publicó en sus redes sociales una foto de su primer campeonato profesional en el extranjero: el club Atlético Pantoja venció al Cibao Fútbol club de la joven liga de República Dominicana, el edén de los folletos turísticos.
Hasta allá se tuvo que mudar Di Laura para ganarse un nombre en el fútbol. Hasta allá tuvo que viajar. Estoy seguro que los mismos compañeros de ISIL que tuvo en esa clase remota que ya nadie recuerda -Pedro, Alexandra, Jean Pierre, Junior, tantos otros-, están felices por el triunfazo que ha conseguido su pata, el Gringo.
Cuando le escribí, seguía teniendo el tono respetuoso del joven que siempre quiso ser el primero. Iba a retirarse a mediados de año, pero el soporte de la familia, la cabeza fría, la ambición, lo cambiaron. De eso ya algunos meses. Sobran las palmeras, la arena blanca, el mar que transparente, el sol lila: pero aún si no hubiera ello, Gianluca Di Laura vive en el paraíso.
¿Qué sabías de ese fútbol y cómo llegaste?
Un empresario me contactó y me hizo saber que aquí en República Dominicana había una Liga profesional que estaba en crecimiento. A mi ese año se me vencía contrato con Deportivo Municipal y decidí arriesgarme por el cambio. Estuve 2 temporadas en un equipo donde peleábamos en la zona de abajo de la tabla. Y este año pude llegar al Atlético Pantoja que es uno de los más grandes del país.
¿Cómo es el Atlético Pantoja? Se acerca a los mejores clubes peruanos o los supera como instituciones.
Mi club tiene un sede de primer nivel. Campo de grass natural, gimnasio, comedor, piscina, habitaciones para concentración... pero actualmente somos los únicos que contamos con un complejo así. Acá al tener viajes cortos, generalmente concentramos en nuestro complejo. Aunque para la final sí nos llevaron a un resort. Ayudó en la motivación jajaja. Hacemos viajes de 2 o 3 horas cuando jugamos de visita.
Desde Lima se imagina el caribe como los folletos turísticos: playa, sol, diversión. Nada más. ¿Cómo es vivir en República Dominicana y no hacer turismo, sino jugar al fútbol?
Todos me preguntan lo mismo, piensan que vivir aquí es estar en la playa, pero este año no habré ido a la playa ni 10 veces. Vivo en la capital. El ritmo de entrenamiento y partidos son muy exigentes, más que nada la parte física, así que no me puedo dar el lujo de disfrutar tanto el turismo aquí.
¿Cómo es la liga profesional? ¿Cómo son los estadios?
Es una liga que tiene menos de 10 años siendo profesional, de hecho que ha tenido un gran crecimiento. En este país el deporte que predomina es el baseball, pero en los últimos años los mismos colegios imponen el fútbol como deporte principal. Y poco a poco se están dando buenos resultados en crecimiento de aquí. Hay pocos equipos que tienen estadio propio. Varios juegan en estadios de sus estados. Nosotros por ejemplo somos locales en el estadio nacional de aquí.
¿Cómo son los sueldos?
Como en todos lados, depende mucho del equipo dónde estés. Definitivamente no llega ni cerca a tener la inversión que hay en Perú por ejemplo. Al menos en mi caso, me da para vivir bien y estoy contento aquí.
¿Hasta cuándo tienes contrato en el Pantoja?
Se me vence ahora en diciembre, en estas semanas veré si renuevo aquí. Tenemos la Caribean Cup en enero y quisiera jugarla. Esa te da un cupo a la Concachampions. Aunque también tengo la espina clavada de poder jugar en Perú. Siento que no tuve la oportunidad de demostrar allá. Ya veré qué pasa en estas semanas.
Un futbolista campeón en el extranjero mira la selección siempre. ¿Es tu caso?
Es el sueño que tenemos todos. Soy consciente igual que esta Liga no está bien valorada como para que de aquí puedan llamarme, pero sí salir campeón en el extranjero en una Primera división me da ciertas armas para apuntar lugares con más nombre y así entrar en ese radar.