Mascota virtual: ¿son buenas para los niños?
Mascota virtual: ¿son buenas para los niños?
Redacción EC

Lucero Yrigoyen M. Q.

Las mascotas reales nunca podrán ser reemplazadas, pero tienen una pequeña competencia: las virtuales. La primera se llamó Tamagotchi y nació pixeleada en 1996 dentro de un aparato electrónico del tamaño y forma de un huevo con tres botones.

Tamagotchi tuvo tanto éxito, entre grandes y chicos, que los desarrolladores vieron un potencial mercado en las mascotas virtuales. Empezaron a perfeccionarlas hasta llegar a lo que hoy son los conversadores Furbies y a las aplicaciones de dispositivos móviles que permiten cuidar a perros, gatos, conejos, pollos, peces y hasta dinosaurios que viven detrás de una pantalla.

La distracción y el juego son positivos a cualquier edad, pero ¿es bueno que nuestros hijos estén pendientes de darles de comer, asearlas, cuidarlas, curarlas y hacerlas jugar? Consultamos sobre el tema a las sicólogas Zoila Narváez y Rosa Vigo. Ambas profesionales coinciden en que las mascotas virtuales son ventajosas si consideramos que el niño aprenderá lo que es la responsabilidad y podrá ir conociendo y preparándose sobre los cuidados que necesitará una mascota real.

También, a diferencia de otros juegos, son positivas si consideramos que no son violentas y les exigen atención, concentración y les enseñan a razonar y resolver pequeños problemas para que la mascota vaya creciendo sana.

CONTROL

La mascota virtual deja de ser una compañía positiva si el niño (o el adulto) sienten estrés por estar pendientes de ella y presenta ansiedad, insomnio o deja de hacer actividades para pasar largos períodos de tiempo con el juego. Además, la dependencia a cualquier tipo de pasatiempo podría generar en los menores problemas de aprendizaje y bajo rendimiento escolar.

Estate alerta. Muchas veces los juegos son para los niños un refugio a sus problemas, porque se sienten compensados con sensaciones agradables. Cada niño es distinto. Lo que para algunos puede ser un pasatiempo de moda, para otros puede convertirse en un entretenimiento incontrolable y el pasar mucho tiempo con su amigo virtual podría sustituir otras actividades placenteras, como salir a jugar con amigos o compartir con su familia.

Además, si la mascota virtual fallece, porque no se le dio los cuidados debidos, el niño puede relacionar la muerte como un castigo por la irresponsabilidad de no haber estado pendiente de ella y generarse sentimientos de culpa, así sepa que apretando un botón puede revivirla.

Incluso, en algunas aplicaciones, la muerte puede presentarse como algo tenebroso y el espíritu de la difunta compañía virtual deja el cuerpo en forma de un fantasma, lo que puede generar miedos y pesadillas, sobre todo en los niños pequeños. Estas imágenes pueden producir terror a la muerte. Chequea siempre los juegos de tu hijo y pruébalos.

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