Cada vez que Giovanna Regalado le contaba a alguien que planeaba mudarse a otro país junto a su esposo, la pregunta que le hacían era la misma: “¿quién va cuidar a Gregorio?”.
Para la especialista en marketing, esa interrogante no tenía sentido. “Nunca fue una opción dejarlo en Lima. ¡Él es nuestro bebé!”, confiesa desde Madrid, ciudad en la que hoy reside junto a su esposo, el consultor de marketing Jorge Mendoza, y su hijo de ‘cuatro patas’.
Proyecto familiar
Desde que Gregorio llegó a la vida de la joven pareja, hace ya tres años, nada ha sido igual. “Él me hizo descubrir lo que realmente es amar a los animales. Ahora nuestra vida es pet friendly. Incluso, fue nuestro ‘perro de honor’: él nos llevó los aros en el matrimonio”, cuenta Giovanna.
Por esa razón, el destino que escogieron para estudiar una maestría en el extranjero fue Madrid, una ciudad ‘dog friendly’ en la que es posible movilizarse con una mascota en transporte público e, incluso, entrar a cientos de locales comerciales.
“En Madrid, aproximadamente el 90% de restaurantes tienen terrazas y son pet friendly. Además, hay muchísimos lugares para visitar con perros, incluso más que en Lima”, dice.
Aunque hoy en día ya se encuentran establecidos en la capital de España y hasta Gregorio ha encontrado su parque favorito, el proceso para ‘cruzar el charco’ con una mascota ha sido largo: la pareja ha destinado seis meses en trámites y un presupuesto que asciende los 1000 dólares.
Felizmente, no lo hicieron solos. “Viendo TikToks llegamos a Pet Wings y ellos se encargaron de todo el proceso. Además, fue vital el apoyo del entrenador Raymundo Valencia, quien nos ayudó a preparar a Gregorio para un viaje de 12 horas”.
Tras un test serológico (la prueba se analiza en un laboratorio autorizado por el Gobierno de España), una vacuna antirrábica, la implantación de un microchip, un Certificado Zoosanitario, un pasaje de Air Europa y un kennel especial, Gregorio ya estaba listo para dejar su país natal.
Aventura en bodega
Así como para la pareja jamás fue viable dejar a su hijo canino en el Perú, para ambos tampoco era una opción que su engreído viaje en bodega. Sin embargo, debido al peso de Gregorio, él solo podía llegar a España con ese requisito.
“Lo más difícil de todo el proceso ha sido superar la ansiedad que sentía de que él vaya en bodega. Un psicólogo me ayudó muchísimo y el dejar de leer casos negativos en internet. Al final, decidí confiar en que nos habíamos preocupado seis meses en entrenarlo y en que todo saliera bien”, señala Giovanna.
Gracias a su entrenamiento, el golden retriever llegó a España en las mejores condiciones y sin la ayuda de un tranquilizante. “Nos emocionamos al verlo llegar por la cinta de equipaje. ¡Estaba muy tranquilo!”.
Tras recoger a su hijo de ‘cuatro patas’, los esposos pasaron por migraciones y, ante la mirada de otros viajeros que querían acariciar al perro, salieron por la puerta del aeropuerto para cumplir sus sueños en familia.
“Sí, viajar con una mascota es costoso y requiere dedicación, pero vale la pena si consideras que tu perro es parte de tu vida. Por eso, creo que es importante agotar todas las posibilidades para no dejar a tu mascota. Con información precisa y tiempo, el proceso es más amigable”, puntualiza Giovanna.
¿Planes viajar con tu mascota? Recuerda que, con Club WUF, obtienes hasta 10% de descuento en documentación para viajar con tu engreído a Estados Unidos y Latinoamérica a través de Pet Wings.