
Un hogar no debería ser un privilegio, sino un derecho para cada perro. Sin embargo, muchos héroes de cuatro patas que dedicaron su vida al servicio y a la seguridad hoy esperan con paciencia que alguien les abra la puerta de su casa y de su corazón.
Hablamos de nuestros Wufs retirados: perritos que durante años fueron parte de una institución. Con disciplina, entrenamiento y un espíritu inquebrantable, participaron en desastres, operativos y desfiles. Su trabajo salvó vidas, dio esperanza en los momentos más oscuros y protegió a la ciudadanía.
Hoy, sus miradas cuentan historias, estos héroes silenciosos enfrentan una nueva misión: encontrar una familia que les brinde amor y cuidados.
¿Por qué adoptar a un perro mayor?
A menudo, los perros mayores son los últimos en ser adoptados, porque la gente piensa que necesitan más cuidados o que no tendrán suficiente tiempo juntos. Pero la verdad es otra: adoptar a un perro adulto o mayor es una de las experiencias más gratificantes que existen.
Ellos ya no tienen la energía desbordante de un cachorro, pero sí algo aún más valioso: serenidad, gratitud y una capacidad inmensa de entregar amor incondicional. Son compañeros tranquilos, leales, y cada día a su lado se convierte en un recordatorio de lo especial que es dar una segunda oportunidad.
Las historias de nuestros Wufs

Maylo, el héroe incansable
Con 9 años, Maylo dedicó su vida a detectar personas fallecidas en desastres. Su labor fue dura, pero esencial: brindar respuestas y paz en medio del caos. Este 2025 iba a participar en su última parada militar, pero la actividad fue suspendida por orden presidencial. Aunque ya no se despida en una marcha, su verdadero retiro no será completo hasta que una familia lo reciba con los brazos abiertos. Maylo merece cambiar los escenarios de trabajo por tardes de descanso y juegos, rodeado de cariño.

Rocky, el rescatista de la esperanza
Rocky tiene 7 años y un olfato privilegiado: fue entrenado para detectar personas vivas en desastres. Su labor significó segundas oportunidades para muchos. Este año también debía participar en su último desfile, pero más allá de una ceremonia, lo que realmente espera es su nueva vida: un hogar donde sus días estén llenos de afecto y compañía.

Alli, la guardiana incansable
Alli tiene 8 años y fue especialista en detectar explosivos, siempre lista para protegernos. Con disciplina y valentía, dedicó su vida al servicio, trabajando en operativos donde su olfato era clave para salvar vidas. Hoy, después de cumplir con su deber, espera con paciencia la oportunidad de encontrar una familia que la reciba con amor y le brinde la tranquilidad que merece. Alli nos recuerda que cada Wuf retirado, después de años de entrega, también merece una segunda oportunidad.
Una segunda oportunidad para ellos, un regalo para ti
Adoptar a un perro mayor no es un acto de compasión: es un acto de amor consciente. Ellos ya lo dieron todo, y ahora solo piden una familia que los cuide y valore. Cada mirada agradecida, cada movimiento de cola y cada día a su lado se convierte en un regalo invaluable.
Porque abrirle las puertas de tu hogar a un Wuf retirado es regalarle la tranquilidad que merece después de una vida de servicio. Y en ese gesto, descubrirás que los verdaderos héroes no solo están en el pasado: también pueden acompañarte en tu presente, recordándote con su lealtad y nobleza que el amor no tiene edad.
Ellos cumplieron su misión con nosotros. Ahora la misión es nuestra: darles un hogar donde, por fin, puedan descansar siendo simplemente perros felices.









