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Aquamán peruano: el día que un nadador impuso nuevo récord mundial de permanencia en el agua en Iquitos en 1951
Pocos recuerdan su nombre, pero fue un fenómeno del agua. Un hombre hecho de puro pulmón y corazón. Eleodoro Vásquez Tananta debe estar en la memoria de todos los peruanos como uno de sus mejores nadadores del siglo XX. El plusmarquista de Tarapoto brilló ese julio de 1951 en el puerto de Iquitos. Fue un suceso memorable.
Era un pez bajo el agua, hijo de la selva peruana, que vio la luz en 1901 y dejó de verla en 1996. Eleodoro Vásquez Tananta nadaba fabulosamente y dio realce a la natación peruana durante varias décadas del siglo XX. Pero la proeza por la que pasó a la historia ocurrió en julio de 1951, cuando rompió todos los tiempos que había de permanencia en el agua. Sus 88 horas y 30 minutos de resistencia en una piscina de Iquitos, marcaron todo una época en esa difícil prueba acuática. Así empezó su leyenda.
Eleodoro Vásquez Tananta había nacido en Tarapoto, en el departamento de San Martín, viendo los ríos Shilcayo y Cumbaza; desde muy niño gozaba nadar, con fuertes y rítmicos braceos. De joven y adulto fue un nadador de proezas, de retos, un ‘raidista’ como se decía entonces, por los raids acuáticos de larga distancia que amaba protagonizar.
En su edad madura, luego de haber destacado como miembro ejemplar de la natación peruana, Eleodoro Vásquez vino a vivir un tiempo a Lima, a Chorrillos, frente al mar. Y así, un 28 de febrero de 1948, alrededor de las 10 de la noche, se lanzó a nadar desde el muelle de pescadores del Callao, y nadó y nadó toda la madrugada, hasta que el domingo 29de febrero (fue bisiesto ese año), a las 11 y 30 de la mañana, la gente lo vio acercarse a las instalaciones del Club Regatas en Chorrillos.
Eleodoro Vásquez cruzó la meta oficial a las 11 y 50 de la mañana, completando “unas 14 millas náuticas”. Aquella ruta Callao-Chorrillos -difícil raid que iba en sentido contrario a las corrientes– lo realizó en “13 horas y 50 minutos”. Repitió este tipo de intervenciones durante esos años finales de la década de 1940. (EC, 01/03/1948)
Vásquez Tananta nadaba inspirado en la figura de Daniel Carpio, ‘Carpayo’ (1910-2009), su coetáneo. Pero el sanmartinense tenía una propia personalidad, y esta era demasiada intrépida, al punto que lo llevó a ejecutar numerosísimos retos acuáticos, especialmenteen el mar de Lima y en los ríos de la selva.
ELEODORO VÁSQUEZ: EL PULMÓN SOBREHUMANO QUE BATIÓ EL RÉCORD MUNDIAL
Luego de muchas carreras en el agua, Eleodoro Vásquez Tananta imaginó otra clase de prueba. Si había nadado tantas horas en numerosas ocasiones, eso podía significar que era capaz de estar en el agua mucho tiempo y más si solo flotaba.
¿Cuánto tiempo podía hacerlo?, se preguntó Vásquez. Entonces, el 2 de marzo de 1951, en la piscina del Club Universitario de Deportes, ante tres mil personas, estableció un primer récord mundial de 82 horas de permanencia en el agua, superando al nadador argentino Matías Albornoz, quien había impuesto 80 horas como récord.
Pero esta marca de Vásquez Tananta fue superada nuevamente -pocos meses después- por su colega argentino Albornoz, al que había superado justamente. Eleodoro Vásquez no lo pensó ni un minuto más y organizó todo para volver a romper el récord de permanencia en el agua en los días de celebración de fiestas patrias de ese año 1951.
Para ello, se dirigió a Iquitos, ciudad oriental que lo esperó con los brazos abiertos. El 26 de julio de 1951, a las 6 de la tarde, inició la prueba en la piscina municipal. Eleodoro Vásquez Tananta recibió el apoyo charapa. De esta forma, introducido en la piscina de la ciudad, y con un estado físico admirable, Vásquez estaba dispuesto a lograr la hazaña. La selva era su ambiente.
El “pez humano” recibió el patriotero 28 de Julio en el agua. Estaba a medio camino de su meta y vivió esos momentos rodeado de miles de personas que se aglomeraron en torno a la piscina. El tumulto se renovaba cada cierto tiempo. Eleodoro Vásquez nunca dejó de estar acompañado y alentado por sus admiradores. (EC, 31/07/1951)
Se notaba el cansancio en su rostro, el esfuerzo inimaginable; pero el nadador peruano no corría peligro, puesto que su estado físico estaba bien supervisado. El mismo prefecto de Iquitos, Rafael Pavletich, dio las órdenes y estuvo al tanto de que todo anduviera bien. Conforme avanzaban las horas, la expectativa aumentaba. El auditorio llegó a albergar a unas tres mil personas pendientes de cada gesto del nadador.
Según El Comercio, en las noches del 28 y 29 de julio de 1951 estuvieron al lado de Vásquez Tananta, cinco orquestas que lo mantuvieron con el mejor ánimo, además del aliento incondicional de sus hinchas. Por supuesto, el hecho trascendió a todos los ámbitos, e incluso se conoció las reacciones desde el extranjero. Vásquez Tananta estaba haciendo historia en la natación peruana.
Entonces, a las 9 de la mañana del lunes 30 de julio de 1951, el “aquamán de la selva”, ya había superado el anterior récord mundial con sus 87 horas ininterrumpidas en el agua. Pero él quiso asegurarse, y continuó por una hora y media más. Hasta que a las 10 y 30 de la mañana decidió salir de la piscina. Lo hizo en medio de los aplausos y vítores del público que fue testigo del hecho.
De inmediato, “fue trasladado al hospital a fin de reponerse”. (EC, 31/07/1951). Pero el estado de salud de Eleodoro Vásquez Tananta estaba en perfectas condiciones. Era un superdotado. Había soportado en ese piscina municipal de Iquitos, 88 horas y 30 minutos sumergido, con apenas la cabeza y a veces los brazos por sobre la superficie.
El acta oficial, que confirmaba el récord mundial de permanencia en el agua, fue firmada por el presidente de la Liga de Natación de Maynas, Juan Pinasco, por delegados de la misma liga, que fiscalizaron las medidas técnicas reglamentarias de la prueba, así como por un periodista del diario “El Oriente” y un representante de la Policía.
ELEODORO VÁSQUEZ: UN CAMPEÓN DE LA NATACIÓN EN LOS AÑOS 50
El mítico Eleodoro Vásquez fue un ídolo en esos primeros años de la década de 1950. Consagrado a su oficio, valiente y disciplinado en el día a día. Se trató de un deportista a carta cabal. Por eso no había reto que lo detuviera. Así, decidió con su equipo superar otros metas acuáticas, como la de nadar 135 kilómetros en el río Marañón. Y lo cumpliría.
El “hombre del agua” de Tarapoto acometió ese raidNauta-Iquitos en 1953, con el apoyo de una lancha donde viajarían un médico, un enfermero y el fotógrafo Cecilio Wong. En ese tiempo, Eleodoro Vásquez seguía como plusmarquista mundial de permanencia en el agua, con sus 88 horas y 30 minutos de 1951.
Vásquez Tananta se lanzó a las aguas del Marañón en Nauta, a 135 km. del puerto de Iquitos, a las 5 de la mañana del domingo 11 de octubre de 1953. Lo auspició la empresa Leoncio Braga y Cía., y la travesía se la dedicó desde semanas antes “al presidente de la República, Manuel A. Odría, a su esposa y al pueblo de Loreto en general”. (EC, 20/09/1953)
Luego de 29 horas de fuertes braceos (por cierto, con pausas obligadas), el récordman de la selva llegó a Iquitos a las 10 de la mañana del lunes 12 de octubre de 1953, Día del Idioma, pero que en esos años preferían recordarlo como el “Día de la Raza”.
Eleodoro Vásquez Tananta, el inolvidable “Yacuruna amazónico” (hombre del agua) siguió preparándose para nuevas proezas nacionales e internacionales. Su ruta de entrenamiento habitual era ir y venir del Callao a Chorrillos, en Lima. Pasados los 50 años, el inacabable tarapotino siguió nadando, enfrentándose así mismo, retándose, obligándose a ser mejor.
LOS AÑOS 70 Y SUS ÚLTIMAS HAZAÑAS: LA MUERTE DE UN ÍDOLO EN LOS AÑOS 90
En la década de 1970, asombró al mundo nadando por los ríos amazónicos sin salir del agua y cubriéndose el cuerpo con grasa animal (de lagarto y boa); y lo hacía así no solo para resistir el frío sino también para evadir a estas especies fluviales peligrosas.
Hasta ese tiempo, a sus setenta años, Eleodoro Vásquez era una leyenda viva que seguía impresionando al público peruano y extranjero. En Iquitos todos lo respetaban.
En su trayectoria acuática recibió más el apoyo de amigos nadadores que del propio Estado peruano. De esta forma, el gran Johnny Bello y el histórico Walter Ledgard, eximios nadadores peruanos, dieron su colaboración a Eleodoro Vásquez para que este pudiera seguir compitiendo y batiendo récords.
En sus años de adulto mayor, don Eleodoro se dedicó a enseñar y dar toda su sabiduría en natación a los alumnos de la Escuela de Policía de Iquitos.
Pero esas proezas acuáticas, que le costó en el largo plazo problemas de reumatismo, no impidieron que el hombre fuerte de los ríos amazónicos llegara a los 95 años. En un hospital de Iquitos, ciudad que amó y donde se quedó a vivir finalmente con su única hija Azucena Vásquez Panduro, dejó de existir el 10 de agosto de 1996.
Don Eleodoro Vásquez Tananta fue enterrado en el Cementerio General de Iquitos, con apenas el recuerdo de los que llegaron a presenciar sus grandes hazañas en el agua.
En este capítulo contamos la historia del “diluvio” que inundó la capital y que hizo que los limeños vivan momentos dramáticos con una intensa lluvia que no se habia visto en decadas.