/ NoticiasInformación basada en hechos y verificada de primera mano por el reportero, o reportada y verificada por fuentes expertas.
| Informativo
La Virgen del Algarrobo: cuando una niña de Lambayeque afirmó que se le apareció la madre de Cristo, reunió a miles y hasta se reportaron milagros
Teodora Gonzáles Torres, una niña peruana de 13 años de edad, afirmó que vio por primera vez a la Virgen María en un algarrobo de Olmos (Lambayeque) en mayo de 1973.
El mismo día que un avión de la compañía venezolana Avensa fue secuestrado con más de 20 personas a bordo y llevado a Curazao, una increíble historia se conoció en el Perú a través de las páginas de El Comercio. El 18 de mayo de 1973, la Virgen María se le apareció a Teodora Gonzáles Torres, una niña peruana de 13 años de edad, en un algarrobo del fundo Santa Clara, en Olmos, Lambayeque.
Esta fue la primera vez que la menor pudo ver a la madre de Jesús. Meses después, la santa figura hizo su aparición en el mismo árbol ante la atenta mirada de más de 10 mil personas que llegaron al lugar. Desde ese momento, cientos de fieles peruanos y extranjeros empezaron a ir al fundo para poder conocer a la denominada “Virgen del Algarrobo”. Días más tarde, ocurrirían varios milagros en la zona. Además, Teodora revelaría cómo fue su primer contacto con la Virgen.
Era la tarde del 18 de mayo de 1973 cuando Teodora Gonzáles Torres, una niña peruana de 13 años de edad, afirmó haber visto a la Virgen María en un algarrobo del fundo Santa Clara (Nitape), a cinco kilómetros al oeste de Olmos, en Lambayeque. Según el testimonio de la menor, este hecho se repitió varias veces y sirvió para anunciarle que en el lugar ocurrirían varios milagros. Es por eso que la Teodora reveló a los pobladores de la zona la fecha exacta de la nueva llegada de la madre de Jesús: el 18 de julio.
Meses después, cerca de las 10:30 de la mañana de ese jueves 18, el obispo de Olmos, Antonio Vigil Chávez, realizó una misa en la iglesia del distrito para homenajear a la denominada “Virgen del Algarrobo”. A la ceremonia asistieron miles de personas que llegaron desde distintas partes del Perú. Luego, todos ellos caminaron por varias horas hasta llegar al arbusto de Nitape donde se realizaría la aparición de la santa madre. En ese momento, nada hacía imaginar que esto sucedería. Una densa neblina ocupaba el cielo del lugar.
La pequeña Teodora llegó al evento vestida de blanco con una cinta celeste que le colgaba en la cintura y un detente de la imagen de la madre de Jesús. Los reportes indican que a las doce y media de la tarde apareció luz brillante y amarillenta sobre el algarrobo ante la atenta mirada de más de 10 mil personas, que interpretaron de inmediato que la figura formada era la de la Virgen María. En ese momento, miles de fieles empezaron a llorar y a gritar. Otros se arrodillaron y comenzaron a rezar.
Varias monjas y sacerdotes de la Legión Espiritual Blanca de Lima presenciaron este hecho y compararon la aparición con las sucedidas en San Sebastián de Garabandal (España) entre 1961 y 1965. Los testimonios señalan que Teodora Gonzáles Torres no habría sido la única a quien la santa madre de los católicos se presentó directamente, pues también se habría mostrado a otras unas niñas también de apellido Gonzáles.
Minutos después del “milagro en Olmos”, Teodora declaró que estaba emocionada por el acontecimiento y que ella lo esperaba porque “la Virgen le había prometido regresar en esta fecha”. Además, reveló que se había puesto el hábito por pedido de ella.
Al día siguiente, cerca del mediodía del 19 de julio de 1973, miles de personas llegaron hasta el distrito lambayecano desde Chiclayo y varias zonas aledañas. Muchos prendieron fogatas y comenzaron a rezar de rodillas frente al algarrobo. Otros solo quisieron conocer y tocar a Teodora Gonzáles. Esa vez, la pequeña aseguró haber visto varias veces a la Virgen María; entre ellas, el 31 de mayo y 11 de junio de ese año.
Horas más tarde, la menor de 13 años se desmayó por el excesivo cansancio que le produjo la gran cantidad de actos religiosos a los que asistió. Minutos después, varios testigos aseguraron que sus brazos y su cabello se cubrieron con “gotitas de agua” cuando estaba frente al histórico árbol. Luego, la pequeña reveló que la Virgen María realizaría tres milagros en la zona: haría ver a un ciego, caminar a un inválido y quitarle un tumor a un enfermo. También pidió a todos los fieles que recen por ella.
Enseguida, el padre de la menor, Manuel Gonzáles Rumiche, un agricultor de 49 años de edad, reveló que “Dios y la Virgen habían querido brindar felicidad a este pueblo olvidado durante mucho tiempo” y que el Perú y el mundo estaban emocionados por el milagro sucedido. Horas más tarde, el obispo Oscar Moreno contó lo que pudo ver ese día: “La Virgen se apreció en Olmos. Lo hizo en medio de una nube rosada primero, y amarillenta después, que rodeó el algarrobo y a la niña Teodora”.
Este último también detalló que la imagen de la madre de Cristo “parecía tener 16 años, medir 1.80 cm. de altura y llevaba un manto celeste con vestiduras blancas”. Además, manifestó que su aparición no era un hecho casual; ya que, la pequeña lo había anunciado con varios días de anticipación. “Los amigos de la menor Teodora desde hace algunos días le habían hecho objeto de sus burlas. La trataban de chiflada. Ella por su parte repetía constantemente a quienes la interrogaban que el 18, es decir, la fecha de aparición, el suceso iba a ocurrir”, dijo el religioso.
Finalmente, Moreno relató que el vestido de la niña se volvió de color amarillo hasta la parte de la cintura cuando la Virgen bajó al algarrobo. Esa noche también se conoció que el Arzobispo de Olmos entregó un informe oficial al Obispado de Chiclayo en donde explicaba lo que había visto durante el día de la aparición. Sin embargo, no se pudo conocer los detalles de ese documento. Aquella vez, miles de personas se quedaron frente al árbol hasta altas horas de la madrugada.
El viernes 20 de julio de 1973, se conoció que Isaac Fiestas Millones, de 42 años de edad, había recuperado la vista luego que Teodora Gonzáles pasara sus manos sobre su cara. Según el relato del propio Fiestas, el milagro se dio después que se arrodillara ante la niña y le pidiera a Dios que le devolviera la visión. Al darse cuenta de que su sueño se había cumplido, el sujeto empezó a gritar de emoción. El momento fue presenciado por varias personas; entre ellas, su esposa y dos de sus cinco hijas.
Tras ello, Fiestas viajó a Chiclayo para contarle a su médico lo sucedido. El galeno, que lo había tratado hace año y medio, dijo que no había ocurrido ningún milagro. Según el médico, todo era producto de la imaginación de su cliente. Horas después, el canciller del Arzobispado de Lima, monseñor René Paredes, explicó que “no era fácil que la Iglesia acepte estas cosas si no está probado fehacientemente”. El primero que debía pronunciarse sobre el tema era el Obispo de Chiclayo.
Sin embargo, señaló que lo mismo había pasado en los casos de las apariciones de la Virgen de Lourdes, Fátima, Loreto o Guadalupe. “De ser ciertas las apariciones de la Virgen del Algarrobo, esta sería la primera vez de una revelación de este tipo en el Perú”, dijo Paredes. Finalmente, aclaró que era muy probable que la iglesia peruana se tomé su tiempo para pronunciarse sobre este tema.
Al día siguiente, el sábado 21 de julio de 1973, un nuevo milagro se registró en el fundo Santa Clara. Rosa Amaya, una mujer de Ferreñafe que sufría de parálisis en las piernas desde hace cinco años, empezó a caminar y a hablar tras ser tocada por Teodora. Años antes, Amaya había recibido un tratamiento de tres meses en el Hospital Cayetano Heredia sin tener mucho éxito.
Esa tarde, cerca de la 1 p.m., otra mujer reveló haber visto a la Virgen María después de colocarle un hábito blanco con cordón celeste a Gonzáles. El día terminó con la visita de miles de personas de todo el país y el extranjero que formaban largas colas para ver y conversar con Teodora por unos minutos. La gran mayoría de ellos eran fieles con alguna enfermedad crónica o temporal.
El miércoles 25 de julio de 1973, el diario Correo entrevistó a Teodora Gonzáles en su casa del fundo Santa Clara, en Nitape, Olmos. Ahí ella contó cómo fue que vio por primera vez a la Virgen: “Caminaba tranquilamente con mis hermanos después de salir del colegio cuando vi que en el cielo se ponía anaranjado un rayo de luz. Les pregunté a mis hermanos si veían lo mismo. Ellos me contestaron que sí (…). Volví a mirar el lugar de donde provenía el rayo y me encontré con un árbol gigantesco. Allí estaba la Virgen María. No supe qué hacer y me fui para contárselo a mi papá”.
La menor relató que llegó a su casa asustada por lo sucedido. Esto hizo que se arrepintiera de contárselo a su padre, quien se dio cuenta que algo raro le pasaba. “Uno de mis hermanos le dijo a mi papá que había visto a la Virgen. Yo le confirmé el relato de mi hermano. Mi papá no creía. Al día siguiente, fui sola al colegio y al pasar por el algarrobo nuevamente volví a ver a la Virgen. Entonces, decidí llevar a mis padres y abuelos. Cuando llegamos al algarrobo, la Virgen estaba sentada en el árbol. Un manto celeste la cubría. Todos nos pusimos a rezar”, narró Teodora.
Fue en ese momento que la madre de Jesús le habló y le dijo que hiciera una misa en el lugar de la aparición. También le indicó que se pusiera un hábito blanco y que fuese a un convento. “Cumplí los mandatos de la Virgen y me fui a confesar. Luego, fui con mi mamá a Chiclayo y una persona me obsequió el hábito. En otra oportunidad, fui al algarrobo en compañía de mis profesores. La Virgen estaba allí. Me dijo que le pusiese una cinta celeste al hábito para que cuelgue desde el cinturón hasta la rodilla. Y un detente en el pecho”, reveló la niña.
Gonzáles confesó que la Virgen también le dijo que se iban a producir varios milagros en esa zona de Olmos. “Me aseguró que un ciego verá, un inválido caminará, un canceroso salvará la vida y también lloverá”, sentenció. La niña terminó la entrevista explicando que las personas que se verían beneficiadas por estos sucesos tendrían que llegar al algarrobo a rezar junto con sus familias. En los días siguientes, miles de personas siguieron visitando el lugar para ser bendecidos por la niña y la Virgen María de Nitape. En la actualidad, hay una imagen de la madre de Jesús al lado del árbol en donde de la aparición que reunió a miles hace más de 40 años.
¿CONOCES NUESTRA TIENDA VIRTUAL?
En nuestra tienda virtual contamos con una selección de las mejores ilustraciones, fotos y páginas históricas de El Comercio que podrán solicitar fácilmente a través de un simple formulario ubicado en la siguiente dirección: https://www.tiendaelcomercio.com/.
VIDEO RECOMENDADO
Nuestro Archivo Histórico presenta su tienda virtual