¿Por qué me pongo triste de la nada o sin ganas? | En esta nota responderemos esta gran interrogante y te brindaremos información adicional sobre el tema. (Archivo)
¿Por qué me pongo triste de la nada o sin ganas? | En esta nota responderemos esta gran interrogante y te brindaremos información adicional sobre el tema. (Archivo)
/ Leandro Britto
Redacción EC

Muchos creen que no es normal que las personas puedan tener sentimientos negativos y no tengan ganas de realizar alguna actividad en particular, un concepto erróneo ya que es de lo más común, pues se involucran muchas cosas relacionadas a la , la mente y las emociones. Es por ello que en esta nota responderemos una gran interrogante: ¿Por qué me pongo triste de la nada o sin ganas? Además de darte información adicional sobre el tema.

¿POR QUÉ ME PONGO TRISTE DE LA NADA Y SIN GANAS?

Según las investigaciones es la tristeza la que genera este tipo de pensamiento y malestar, a menudo, y esta se califica como negativa ya que puede producir dolor emocional y físico. No obstante, es más adecuado definir la tristeza como una emoción desagradable, por las consecuencias que genera.

A nivel fisiológico, ante la tristeza el cuerpo se tensa, aparece un dolor profundo en el pecho y el ritmo cardíaco puede acelerarse. Puede aparecer sudoración, temblor y una bajada de las defensas. Además, la expresión facial cambia: los ojos se hacen más pequeños, la boca se empequeñece, etc.

Si nos fijamos en el plano anímico, ante la tristeza nos podemos sentir desanimados, desesperanzados, etc.

Además, la tristeza a menudo viene acompañada de una sensación de inseguridad ya que muchas personas pueden sentirse vulnerables ante esta emoción.

Es por ello la razón por la que a veces uno se siente desanimado y sin ganas de hacer alguna actividad. La recomendación es llevar estos síntomas ante los especialistas, es decir ante un psicólogo o psiquiatra que pueda definir el verdadero motivo de tu pena y pueda ayudarte a lidiar con ella.

SOBRE LA PSICOLOGÍA

La psicología es una profesión, una disciplina académica y una para-ciencia que trata el estudio y el análisis de la conducta y los procesos mentales de los individuos y de grupos humanos en distintas situaciones, cuyo campo de estudio abarca todos los aspectos de la experiencia humana y lo hace para fines tanto de investigación como docentes y laborales, entre otros.

Hoy en día, la psicología no es una ciencia unitaria, pues existen diversas perspectivas psicológicas, que se corresponden con enfoques, corrientes o escuelas, cada una de las cuales posee sus propios sistemas conceptuales y metodológicos. Entre ellas, puede haber coincidencias o, por el contrario, claras incompatibilidades; esta variedad da pie a múltiples acepciones y abordajes.

Algunas corrientes se definen a sí mismas de modo excluyente, es decir, como la única vía para alcanzar un conocimiento sólido o científico y una intervención eficaz en psicología (por ejemplo, el conductismo watsoniano o el psicoanálisis freudiano), aunque con el tiempo, sus seguidores se han ido tornando cada vez más permeables a las influencias de otras escuelas.

Por su parte, enfoques como en el humanismo consideran que el método científico no es adecuado para investigar la conducta; otros, como el conductismo, lo emplean para comportamientos observables que pueden ser objetivamente medidos.

Finalmente, hay corrientes —como la psicología aplicada o las terapias cognitivo-conductuales— que integran diversos elementos de otras escuelas en la medida en que resultan útiles para sus fines, generalmente, la intervención (clínica, educativa, en organizaciones, etc.).

Por medio de sus diversos enfoques, la psicología explora conceptos como la percepción, la atención, la motivación, la emoción, el funcionamiento del cerebro, la inteligencia, el pensamiento, la personalidad, las relaciones personales, la conciencia y la inconsciencia. La psicología emplea métodos empíricos cuantitativos y cualitativos de investigación para analizar el comportamiento. También se pueden encontrar, especialmente en el ámbito clínico o de consultoría, otro tipo de métodos cualitativos y mixtos. Mientras que el conocimiento psicológico es empleado frecuentemente en la evaluación o tratamiento de las psicopatologías, en las últimas décadas los psicólogos también están siendo empleados en los departamentos de recursos humanos de las organizaciones, en áreas relacionadas con el desarrollo infantil y del envejecimiento, los deportes, los medios de comunicación, el mundo del derecho y las ciencias forenses. Aunque la mayor parte de los psicólogos están involucrados profesionalmente en actividades terapéuticas (clínica, consultoría, educación), una parte también se dedica a la investigación, desde las universidades, sobre un amplio rango de temas relacionados con el comportamiento y el pensamiento humano.

Las áreas de estudio de la psicología presentan relaciones de cierta complejidad. La psicología fisiológica, por ejemplo, estudia el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso, mientras que la psicología experimental aplica técnicas de laboratorio para estudiar temas como la percepción o la memoria.

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