Manos a la obra para solidarizarnos con Japón
La Asociación Peruano Japonesa está recolectando miles de grullas de origami, las que simbolizan los buenos deseos y la solidaridad con esta nación recimientemente afectada por un terremoto y tsunami. Las grullas pueden ser elaboradas en cualquier color de papel y ser entregadas en cualquiera de las instituciones de la asociación antes mencionada.
Una leyenda japonesa narra la historia de una niña llamada Sadako Sasaki que cuando nació su patria estaba en plena guerra, y cuando cumplió dos años se lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima, su madre logró huir con ella en brazos. Años después cuando cumplió 11 le diagnosticaron leucemia, conocida en ese entonces como: “enfermedad de la bomba atómica” por asociarse con la radiación.
Ella fue hospitalizada y un día al recibir la visita de su mejor amiga Chizuko Hamamoto, ésta le hizo recordar la historia que dice que si se logra hacer 1000 grullas de papel con el arte del origami los dioses conceden un deseo que se hace realidad y la pequeña Sadako no solo pidió por su salud si no también por la paz y la curación de todas las víctimas del mundo. Sadako murió antes de lograr las mil grullas. Y ha quedado como tradición que los amigos y familiares de una persona enferma o con problemas hagan mil grullas.
“La solidaridad es un valor maravilloso, todos debemos practicarlo; esta es una gran oportunidad para demostrar nuestra solidaridad con esta hermana nación”, comentó César García, luego de hacer su primera grulla y de proponerse motivar a sus compañeros de escuela para completar mil grullas.
Texto: Clever Arrieta
Fotos: Veronicka Villalobos