El adiós al fútbol de Héctor Chumpitaz
Un día como hoy, en 1985, el fútbol despidió de manera oficial al capitán de las selecciones peruanas Héctor Chumpitaz. No se despedía a cualquiera. Decía adiós al gramado, a los arcos y al balón, uno de los artífices de los mejores momentos del fútbol peruano.
El partido de homenaje lo protagonizaron el seleccionado nacional y el Santos de Brasil. Cerca de veinte mil personas asistieron aquel día al Estadio Nacional para ser testigos de los últimos minutos de ‘Chumpi’ vistiendo la ‘bicolor’.
En lo que respecta al espectáculo y a las emociones del juego, el partido quedó en deuda. El marcador terminó empatado sin goles. Cabe recordar que el cotejo también servía como preparación para el repechaje rumbo a México 86, que en unos días la selección peruana iba a disputar contra Chile en Santiago.
No obstante, todos los reflectores apuntaban al homenajeado. Inicialmente se había previsto que Chumpitaz juegue los primeros 15 o 20 minutos para luego ceder su puesto y la cinta de capitán a Rubén ‘Panadero’ Díaz. Debido a que ya había pasado los cuarenta años y a que había dejado el fútbol profesional hacía dos, se esperaba que el rendimiento del autor de los famosos ‘Chumpigolazos’ no sea el mismo de siempre.
Sin embargo, como en sus mejores momentos -en los que ‘Chumpi’ se paraba sólido en la defensa- en su despedida no desentonó. Los comentarios indicaban que quien lo veía y no sabía que se retiraba, pensaba que ese era un partido más de su trayectoria. Sus pases estaban acertados y cambiaba el ritmo del juego cuando las circunstancias lo requerían.
“Nos alegra que se retirara así. Es decir, jugando, tocando pelota, no siendo beneficiado por nadie, valiéndose por sí mismo para mostrar sus virtudes al mundo del fútbol”, escribió el periodista Alfonso ‘Pocho’ Rospigliosi en su columna de El Comercio, la misma en la que lo eligió como el jugador del partido mientras estuvo en la cancha.
A los 25 minutos, cuando Chumpitaz daba sus últimos pasos sobe el gramado para irse a los vestuarios, la ferviente ovación se tornó estruendosa en las tribunas. El ‘Panadero’ Díaz recibía la cinta de capitán de manos del mejor defensor de la historia del fútbol peruano, según la FIFA. Todo se volvió confuso cuando reporteros, fotógrafos y camarógrafos invadieron el campo de juego y pugnaban por obtener el mejor instante del acto emotivo.
Su trayectoria
Decía adiós con los brazos en alto y satisfecho por lo brindado a todo un país, el capitán de la selección peruana que jugó los mundiales de México 70 y Argentina 78, y del equipo que se coronó campeón de la Copa América en 1975.
Por si fuera poco, también ayudó en la clasificación a España 82, en su última participación como capitán de la selección. El encuentro culminó con un empate a cero entre Perú y Uruguay, y mientras 40 mil almas coreaban su nombre desde las tribunas del Nacional, Héctor Chumpitaz paseaba en hombros de fanáticos dando la vuelta olímpica con una bandera peruana que cubría su torso desnudo.
Lamentablemente, ya no pudo disputar el mundial porque se lesionó el tendón de Aquiles en un partido entre su club Sporting Cristal y Bolognesi.
En total, jugó 456 partidos en 20 años de carrera profesional y marcó 65 goles, muchos de ellos gracias a su calidad y potencia en los tiros libres. Defendió los colores de Deportivo Municipal, Universitario de Deportes, Atlas de Guadalajara (México) y Sporting Cristal.
Con el equipo crema sumó cinco títulos nacionales (1966, 1967, 1969, 1971 y 1974) y logró el subcampeonato de la Copa Libertadores en 1972. En la parte final de su carrera, luego de pasar por el fútbol mexicano, obtuvo otros tres títulos nacionales, pero esta vez con Sporting Cristal (1979, 1980 y 1983).
“Capitán de América”
Otro hito en su vida ocurrió en octubre de 1973, cuando se enfrentaron los representativos de América y Europa, en Barcelona. Nombres como Johan Cruyff, Franz Beckenbauer, Rivelino y Teófilo Cubillas figuraban en las alineaciones. Uno de ellos también fue el granítico defensor peruano Héctor Chumpitaz, quien además fue el capitán del equipo de América. De ahí el apelativo de “Capitán de América”.
Incluso, en aquel encuentro, él anotó el gol del empate que forzó la definición por penales, en la que la Selección de América se impuso por 7 a 6.
El legado de Chumpitaz merecía un reconocimiento. Ya pasaron 30 años, pero el recuerdo de su fútbol sigue vigente, sobre todo entre los peruanos que pudieron disfrutarlo en su mejor momento.
(Julio Guerra)
Fotos: Archivo El Comercio
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