El oro y sus tres escondites
Por Reyes Gaspar Correa Saavedra
Después de la muerte del cacique se corrió la voz de esconder todo el oro que venía proveniente de los lugares más recónditos para ser entregado a cambio de su rescate, aquellos invasores no tenían ni la más menor idea de cuánto oro podría tener. Pensaron que solo lo encontrado en el palacio real era todo y se cansaron de esperar, pero era costumbre del inca dar regalos a los más valientes, humildes y a sus concubinas. De gran valor sagrado para estos pero a los ojos de los invasores eran tesoros para su reina y gran parte para ellos. Uno de los invasores encontró uno vaso ceremonial dentro de una choza así que decidieron seguir buscando hasta poder arrasar con todo. Estos no podían ser enterrados, es como si hoy en día se enterraran a los nuestros santos. Mientras decidían que hacer para que los invasores no lo encuentren ya que si lo hacían serían llevados en granes caravanas hacia el norte a sus grandes navíos y luego llevados a su país de origen. Tres fueron las ideas para salvaguardar todas las piezas de oro:
1. Llevarlo a la cumbre más alta. 2. Esconderlo en una gran cueva llena de muchos laberintos. 3. Esconderlo en una de las lagunas más grande a la vez esta era misteriosa poder llegar a ella era muy difícil y estar parado frente a ella hacia estremecer el cuerpo hasta del más valiente Esta era la última y no tan aceptada opción ya que se podían perder en el fondo de esta.
Decidieron optar por las tres opciones ya que todavía eran perseguidos y tendrían mayor oportunidad de lograrlo. Para esto se dividieron, el primer grupo enrumbó un largo recorrido hacia donde ningún ser viviente había llegado. La segunda opción era de difícil acceso por la gran espesura de las plantas y muy bien escondida cueva la cual había sido descubierta hace años y olvidada para ser usada en tiempos de guerras donde se pudieran refugiar mujeres, niños y ancianos, solo una persona sabia de esta cueva. Para la última opción se amarrarían las piezas con lana y del otro borde se amarrarían a carrizo plantas que por su forma tubular tenía la característica de almacenar aire y podrían flotar sobre el agua. Los invasores desconocían de estas plantas así que pasarían desapercibidas. Después de mucho tiempo de ardua busca los invasores se marcharon muchos ya no le adoraban debido a que no los protegió durante la gran matanza que se inició al no encontrar el oro mataron y quemaron todo lo que encontraban a su paso. El dios sol al ver muertos a todos sus fieles guerreros y al ver que ya no le adoraban. Decidió que todo el oro que había en las cuevas se diluirá para esto emano una gran llama de fuego y que diluyó el oro con todos los materiales que hubiesen en el fondo de la tierra todo se mezcló para que así sea difícil para el hombre volver a encontrarlo. El otro poco que estaba en lo más alto de las montañas el dios sol hizo que se convirtiera en grandes bloques de hielo como prueba de su heroísmo de esos hombres que lucharon y el rey sol pero nunca más volvería a ser visto por ahí. Solo en día festivos y por poco tiempo. Y lo que quedo dentro de la laguna se quedarían en el fondo de estas por siempre en efecto la laguna se convirtió en sagrada, milagrosa y curativa y el carrizo empezaría a crecer sobre esta.