Los Negritos de Acoria: un cómic sobre la danza que le rinde homenaje a la población afroandina

La historia dice que los primeros africanos que llegaron a nuestro territorio, en el siglo XVI, fueron traídos por Francisco Pizarro. En este artículo recordamos esa parte la historia peruana a través de un cómic.

La documentación de la época señala que durante su travesía muchos murieron y solo una mujer llamada María Rosa los ayudó. Cansados de los abusos de la esclavitud y a punto de rendirse, llegaron a un lugar escondido llamado Acoria, en Huancavelica. La gente de ese lugar los acogió de buena manera y en honor a su trato amable nació la veneración al Niño Nativo de Acoria, el cual representa a la población esclavizada.

Así nació una tradición en la que los africanos bailaban de felicidad, sin importar su ropa vieja y destruida por el viaje. En medio de la alegría repartieron las uvas y vino que traían desde Chincha.

A esta icónica interpretación se le conoce como Chiupunchau y se festeja del 31 de diciembre al 2 de enero. Con el paso del tiempo la danza fue incorporando personajes como María Rosa -también llamada Marica y que es vista como la mamá de los negritos-, el Caporal, El Negro Mayor y Los Negritos de la Cuadrilla.

Al inicio solo participaban dos barrios: Pacas y Chacas. Entre ellos se retaban para ver quién era el mejor en la danza. Con el tiempo se implementó el uso de vestimentas más modernas para cada barrio, cada uno con diferentes colores. En la actualidad cinco barrios forman parte crucial de esta tradición. A los antes mencionados se sumaron: San Cristóbal, Anta y Centro.

La festividad siguió evolucionando y las acrobacias le fueron dando mayor realce a esta tradición. Hoy podemos ver pirámides humanas que muestran la valentía y audacia de todos los barrios, que luchan por lograr la estructura con mayor altura. El que lo logre será el ganador.