Barcelona no tuvo un partido fácil en el Coliseum Alfonso Pérez. El rival que tuvo enfrente siempre propuso un juego intenso y directo que puso contra las cuerdas a los pupilos de Ernesto Valverde.
De hecho, el primer golpe fue del Getafe gracias a un disparo brillante del japonés Gaku Shibasaki. Este futbolista para cualquiera es desconocido, pero para los conocedores del fútbol es una estrella asiática que hizo padecer al Real Madrid en la final del Mundial de Clubes.
El cuadro local no logró mantener la ventaja y terminó cediendo varios espacios para que el Barcelona anotara los goles que le valieran el triunfo. Estos fueron obra de Denis Suárez y Paulinho.