A diferencia de días previos, Buenos Aires esperó que el avión de arribara el último domingo por la noche para hacer variaciones en su clima. Si bien la ciudad venía cubierta de un cielo celeste despejado, para el lunes en la mañana más se asemejaba a la Lima la gris y, de añadidura, una lluvia leve.

LEE MÁS: “Alianza tendrá que hacer historia en La Bombonera”, Ortiz Bisso sobre el reto ante Boca y si es verdad que en la Copa “todos somos Perú”

En el primer amanecer del equipo en la capital argentina, la alarma de lluvia hizo que la gente por la calle andara con paraguas y el viento soplaba fuerte. Ya no eran 30 o 31 grados al mediodía como en días anteriores, sino de 26 o 27. Por un lado, esto podía ser una buena noticia considerando que el calor no iba a sofocar el entrenamiento de la tarde en la cancha de San Lorenzo, pero sí podía ser una advertencia sobre el día crucial de partido.

Newsletter exclusivo para suscriptores

Fernanda Huapaya

“Lluvia fuerte”, indica el pronóstico. Si el lunes se trataba de una llovizna, para el día del partido en La Bombonera se sospecha algo más parecido a una tormenta. Futbolísticamente, esto podría, más bien, beneficiar al cuadro local que conoce bien su cancha. Aunque si hablamos de los grados, no bajará de 26 o 27 y el bochorno acompañará el encuentro.

Según se pronostica, estas bajas de temperatura y lluvias inusuales en el verano argentino van a mantenerse hasta el fin de semana y han coincidido con la visita del equipo peruano que buscará lograr una hazaña en La Bombonera.