Marco Quilca León

El día que Paolo Guerrero, consciente quizá de la jerarquía que lo avala, escuchó a su entonces técnico Guillermo Salas decir que no sería titular ante Alianza Lima en la primera fecha del Torneo Clausura, decidió abandonar César Vallejo. Sintió en ese momento -nos cuentan fuentes cercanas al jugador- cierto destrato, menosprecio a su inmensa carrera que tuvo picos gloriosos como ser campeón del mundo con Corinthians y mundialista con Perú. De hecho, el ‘9′ se preparó para estar ante el equipo de sus amores, quiso demostrar que, pese a sus 40 años, aún estaba vigente y que los directivos aliancistas se equivocaron a principios de año por no contratarlo. Lo que vino después fue un capítulo que todo el mundo conoce y se contó a detalle en este Diario: trasladó su deseo de salir al presidente del club Richard Acuña, se lo hizo saber al entrenador y luego se negó a ingresar en el segundo tiempo ante los íntimos.