Lewis Hamilton y su renacer en la Fórmula 1: de Mercedes a Ferrari | Foto: AFP
Lewis Hamilton y su renacer en la Fórmula 1: de Mercedes a Ferrari | Foto: AFP
Daniel San Román

Los aficionados son muchas veces injustos con los pilotos al cargar sobre sus hombros la responsabilidad íntegra de los resultados. Grandes protagonistas pasan de la gloria al silencio sin motivo alguno y, con abrumadora sencillez, muchos apuntan la culpa al piloto. Los grandes nombres de la categoría han venido de la mano de los grandes reinados de las escuderías: McLaren a fines de los ochentas con sus cuatro títulos (tres con Senna y uno con Prost), la era de Schumacher con Ferrari y sus cinco títulos consecutivos (2000-2004), el tetracampeonato de Vettel con Red Bull (2010-2013), seguido por la era dorada de Mercedes, con siete títulos, seis de ellos con Lewis Hamilton y uno con Nico Rosberg, entre 2014 y 2020. En los últimos años, hemos vivido los éxitos de Red Bull, quienes, de la mano de Max Verstappen, han logrado sólidos títulos. Lo esencial en este recuento es notar que ser un excelente piloto no garantiza un título, sino el maridaje perfecto con un monoplaza afilado y una escudería dedicada.

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La capacidad de un piloto no se desvanece de una temporada a otra. Un campeón no pierde sus habilidades en los tres meses que dura el descanso. Recientemente, hemos visto cómo Fernando Alonso, con Aston Martin, ha demostrado su vigencia. En 2006 consiguió el bicampeonato con Renault, luego peleó el título con Ferrari, y tras irse de la casa escarlata vagó sin éxito en la butaca de McLaren Honda, terminando en el puesto 15 de la clasificación final en 2017. Para muchos, la carrera de Fernando estaba en su etapa de despedida. El asturiano, sin competitividad en la F1, disputó pruebas en diversas categorías, como WeatherTech SportsCar Championship (2018), Mundial de Endurance (2018), IndyCar (2019) e incluso Dakar (2020). Sin embargo, al volver a un auto competitivo, demostró su calidad, terminando cuarto el año pasado con Aston Martin.

El dramático final del título de 2021, donde Lewis Hamilton perdió en los últimos giros de la temporada en Abu Dhabi, junto con las dominantes temporadas de Verstappen y el bajo rendimiento de los Mercedes en los últimos años, hizo pensar que Lewis estaba más cerca del retiro que de la octava corona. Muchos afirmaron que su éxito se debía exclusivamente a la superioridad de su vehículo. Sin embargo, después de más de dos años y medio, Hamilton ha demostrado que estas son carreras de autos y no solo de pilotos. Hace dos semanas, con un manejo brillante, administrando el desgaste de los neumáticos y aplicando una estrategia perfecta, el británico se impuso nuevamente. Hamilton, quien ha ganado más títulos con Mercedes que cualquier otro piloto (6, comparado con los 2 de Fangio y el único de Rosberg), logró en Silverstone su victoria 104 tras dos años y medio (Arabia Saudita 2021).

Este resultado reflejó dos realidades: Mercedes ha mejorado consistentemente y Red Bull ha visto cómo su monoplaza se vuelve menos dominante carrera tras carrera. Tras el triunfo de Verstappen en España, Mercedes demostró su capacidad para competir cuando en Austria se impuso George Russell, aprovechando el incidente entre Max y Lando. En Gran Bretaña, Hamilton se anotó su histórico noveno triunfo en Silverstone. El reinado de Red Bull parece tambalear en una temporada donde ha habido seis ganadores diferentes (Verstappen, Sainz, Norris, Leclerc, Russell y Hamilton), algo que no sucedía desde 2021, cuando ocurrieron 22 fechas. Este escenario se asemeja más al récord de 2012, cuando se impusieron ocho pilotos diferentes (Button, Alonso, Rosberg, Vettel, Maldonado, Webber, Hamilton y Raikkonen). Sin duda, esta temporada proporciona un salto cualitativo de emoción en comparación con las somníferas jornadas de hace un año.

Ganar en Silverstone, su circuito local, después de tanto tiempo de sequía y en su última carrera en casa con Mercedes, fue el cóctel perfecto para desatar una celebración emotiva y memorable para Lewis. Ha sido el gatillador emocional para que Hamilton se encienda otra vez. Con un Red Bull más mortal y un Mercedes revivido, se reaviva el debate sobre quién es mejor: Max o Lewis. El ex monarca David Coulthard ha sido categórico: “Lo que más destaco de ellos es la habilidad excepcional que tienen bajo presión, la velocidad en clasificación, con eso todo el fin de semana es sencillo. La otra clave, porque hay pilotos que han sido clasificadores brillantes, pero luego no han podido correr tan bien, en el caso de Lewis y Max, se pueden crear oportunidades a ellos mismos en la pista. Ambos son excelentes y las diferencias se marcarán por lo que no depende de ellos”, ha confesado Coulthard.

Los buenos resultados de Lewis están siendo celebrados tanto en Mercedes como en Ferrari, que lo espera para el próximo año. Con un Leclerc inconsistente, el equipo italiano sabe que necesita un piloto de élite para volver al Olimpo, y todo indica que el británico llegará en ritmo y motivado. “¿Si estoy feliz por el triunfo de Lewis? Primero, me habría sentido más feliz si hubiera ganado Carlos Sainz este fin de semana. Me alegro por él, porque creo que se lo merece, pero ya tendremos tiempo de hablar de Lewis el año que viene”, confesó post podio Fred Vasseur, Team Manager de Ferrari. Estas palabras, más allá de lo político, demuestran que en este momento la prioridad es preocuparse por el presente, marcado por la caída del rendimiento del monoplaza en las últimas fechas y la partida, a fin de temporada, de Enrico Cardile (Jefe de Chasis de Ferrari) a Aston Martin. Mientras tanto, los tifosi se ilusionan con la llegada de Lewis y Mercedes se pregunta cómo será la vida sin tener un multicampeón en la butaca.

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