Por Álvaro Prado
Maratonista
@pradoalvaro
En las primeras maratones que corrí, siempre tuve el mismo problema: al llegar al kilómetro 35 mi resistencia bajaba considerablemente y, como consecuencia, no lograba alcanzar la meta que me había trazado. Luego de una exhaustiva investigación, di con la causa del problema. En primer lugar, no entrenaba el fondo necesario para manejar el ritmo durante toda la competencia y, en segundo lugar, no incluía los trabajos básicos con pesas para fortalecer los músculos más importantes para este tipo de exigencia.
La base fundamental para todos los corredores de larga distancia son los entrenamientos de fondo. Lo recomendable para todo maratonista es realizarlo una vez por semana, que por lo general son los sábados y paulatinamente ir sumando kilómetros durante las siguientes semanas; es decir, si usualmente usted corre 10 kilómetros diarios de lunes a viernes, sin incluir el fondo sabatino, aumente la distancia poco a poco de acuerdo a su capacidad física. A medida que uno le suma más kilómetros al entrenamiento, su cuerpo estará más preparado para lograr sus objetivos y mantener un paso uniforme en los momentos más difíciles de la competencia. Adicionalmente, debemos incluir el entrenamiento con pesas una vez por semana. Usted se preguntará por qué es importante. La respuesta es simple. Cuando uno se limita a correr los tres tipos de sesiones habituales –cuestas, velocidad y fondo– adquiere cierta fortaleza muscular, pero no la necesaria para mantener un ritmo constante durante el transcurso de los kilómetros más difíciles de la maratón, que son los últimos cinco por lo general. El trabajo con pesas lo ayudará a fortalecer sus abdominales, pantorrillas, bíceps femorales, cuádriceps, entre otros músculos. Todo ello le permitirá mantener una postura firme y tener la fortaleza extra para llegar satisfactoriamente a la meta.
Independientemente del entrenamiento físico, se debe trabajar la mente para lograr las metas trazadas, y que esta no juegue en contra nuestra en los momentos más difíciles y duros de la maratón. El secreto está en concentrarse en un buen ritmo kilómetro por kilómetro hasta llegar a la meta. Si usted ha entrenado siguiendo mis consejos, no tengo dudas de que logrará conseguir su objetivo siempre y cuando las condiciones sean las adecuadas, ya que en una competencia pueden suceder una serie de eventos imprevistos que juegan a favor o en contra de la meta que se persigue, como ocurrió en la última Maratón de Boston, en la que el clima perjudicó a todos los participantes con intensas lluvias, bajas temperaturas y vientos de más de 55 kilómetros por hora. Por eso lo recomendable es siempre ser positivo y optimista frente a cualquier vicisitud. Trate de encontrarle el lado bueno a toda adversidad. Si aplica esa filosofía superará cualquier obstáculo tanto en el ámbito deportivo como en la vida misma