Un día después de la decisión tomada por la FPF sobre la “insostenible” continuidad de Reynoso, el clima sobre la selección se parece al de un bombardeo: humo sobre la ciudad. Humo de disparos cruzados, humo en las redes sociales. Lo que era la isla de la fantasía se ha convertido, seis partidos de Eliminatorias después, en un lugar irrespirable e invivible. La responsabilidad, por supuesto, no es solo de Juan Reynoso, el técnico que hasta ayer, según versión de su agente, “no quería bajarse del barco”.
Digamos, sin entender que este es el Titanic.
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Sin embargo, sobre la tarde del jueves, la reunión entre Juan Reynoso y Juan Carlos Oblitas, últimamente muy distanciados, se dio y fue el Director General de Selecciones quien le dijo que no podía continuar. Juan aceptó.
1. ¿Había retrocedido la FPF en su decisión de acabar el ciclo Reynoso?
No. En VIdena está decidido el final del proyecto y solo esperan encontrar a los actores correctos para conversar con el entorno de Reynoso y hallar el camino más beneficioso para ambas partes. Estamos hablando, por supuesto, de dinero. De hecho, fue el mismo abogado uruguayo Mathias Fariña, quien confirmó la noche del miércoles en PBO Campeonísimo que “hubo conversaciones” con la FPF “para pedirle a Juan la renuncia”. No especificó cuándo ni en qué circunstancias, pero DT maneja la información de que esto ocurrió antes del partido con Bolivia y en los pasillos contiguos a la conferencia de prensa en el Estadio Nacional, post 1-1 con Venezuela. De hecho, existe un informe firmado por Juan Carlos Oblitas en la oficina de Agustín Lozano con los detalles, argumentos de por qué Juan no debía seguir. La situación es esta: la FPF ya no quería seguir con el trabajo de Reynoso y su CT, Reynoso y su CT no iba a renunciar. Quedaba un largo camino por recorrer pero ha Sido Oblitas el primero en destrabar el tema. Sin comunicado oficial ni nada parecido, y a falta de firma, la selección no tiene entrenador.
2. ¿Por qué la posición de Reynoso de no renunciar?
La última conversación larga que sostuvieron Agustín Lozano y Juan Reynoso ocurrió post derrota con Argentina en Lima. El seleccionador esgrimió tres argumentos que sostenían sus ganas de continuar: 1) La confianza -pública y privada- que algunos de los llamados referentes de la selección le habían trasladado en esas últimas horas, difícil de entender a partir de la displicencia -Carrillo-, el peso -Zambrano- y la falsa rebeldía -Paolo-. 2) La certeza -bastante polémica- de que en varios pasajes de los partidos jugados, sobre todo contra Paraguay, Brasil y Chile, Perú había mostrado intenciones de juego cercanas a las que pretendía, comentada así luego en sus conferencias. 3) La palabra empeñada de “sumar al fútbol peruano” en “un proyecto mayor que muy pocos ven”. Se refería, claro, al trabajo integral de menores, donde ha acompañado muy de cerca lo hecho por Chemo del Solar como cabeza de la Dirección Técnica y su confianza de que hacia allí es el camino a recorrer. Sin embargo, Fariña dijo el miércoles algo que se entiende como parte de los argumentos legales en caso de que un empleador no quiera contar con el empleado. “Lo que se acordó en el contrato fue un proceso a largo plazo y que no se iba a juzgar por el resultados y el clamor popular. Para los jugadores hay una luz al final del túnel y eso es lo que le importa a Juan. La FPF puede rescindir el contrato unilateralmente y regirse al contrato. Nosotros queremos que se respete lo que se acordó, que es un proyecto. Todos los involucrados sabían lo que estaba acordado, escrito”, dijo en PBO. Reynoso no iba renunciar: quería que lo echen.
3. ¿Es un tema de dinero exclusivamente?
Según Fariña, es un tema contractual. De documentos firmados. Aunque no confirmada por ser de carácter privado, la altísima cifra de la rescinción de vínculo en caso este sea unilateral -ha trascendido en medios que llega a los 2.4 millones de dólares por todo el comando técnico-, sería perjudicial para el paso siguiente, que es la contratación de otro entrenador que consiga, en el mediano plazo, armar un nuevo plantel, recuperar memorias y clasificar al mundial. La tarea, noble pero titánica, no es para un técnico en gasfitería. Se requiere alguien de prestigio. Un especialista. ¿De quién es la culpa si efectivamente la cláusula existe y es tan costoso? De todos los que firmaron el contrato y lo aprobaron, pero básicamente, Agustín Lozano y Juan Carlos Oblitas. ¿Qué ocurrió realmente en el camino, más allá de los resultados, para que en solo seis fechas haya cambiado este cheque en blanco por una “recomendación” para no continuar el proceso? Solo Lozano y Oblitas y lo saben. Y Reynoso.
4. ¿Cuándo podría empezar a analizarse el nombre del nuevo técnico?
Fuentes a las que tuvo acceso DT en las últimas horas coinciden en que, por respeto al entrenador, la FPF ha decidido tomar las cosas con calma. De hecho, el miércoles solo se reunió Lozano y Oblitas, y ayer, fuera de Videna, se reunieron el Ciego y Juan. Por otro lado, Sabrina Martin, secretaria de la FPF y Mathias Fariña, sostendrán otra reunión para conversar, nuevamente, sobre la postura del entrenador y su entorno, y encausar la desvinculación definitiva. El primer paso fue dado ayer. En medio de esto, el Directorio de la FPF recién se reunirá en pleno en una semana, cita donde esperan tener ya el acuerdo con Reynoso para rescindir, el monto para manejar opciones futuras y revisar el perfil y los CV del nuevo seleccionador. “No hay ninguna prisa, no podemos fallar esta vez”, dice a DT una fuente al interior de Videna. Sí, no pueden fallar: en marzo la selección debería jugar dos amistosos en Europa y el técnico debe empezar allí a transformar esta pesadilla, en sueño.